Lluís Ballester es doctor en Sociología estudioso de los conflictos sociales a los que se enfrentan los jóvenes. En esta entrevista a mallorcadiario.com habla de los efectos que tienen las nuevas tecnologías de la información en el desarrollo juvenil. Ballester también alerta sobre los peligros que entraña la facilidad con que acceden los jóvenes a la nueva pornografía digital y la especial atención que se debe de prestar a los menores que, por diversas circunstancias, participan o se ven inmersos en actividades relacionadas con abusos sexuales.
En 2007, junto con Carmen Orte, elaboró un Programa de Intervención del Comportamiento delictivo. ¿Es extrapolable a la situación de conflicto que se da actualmente entre algunos jóvenes de 12 a 18 años? ¿Cómo ha evolucionado en los últimos años?
La verdad es que han cambiado muchas cosas, especialmente por la generalización de las comunicaciones a través de pantallas inteligentes (tablets, móviles, etc.). Los nuevos estímulos que reciben los adolescentes y jóvenes, así como las posibilidades de conexión, captación para diversas actividades y otras oportunidades positivas y negativas, han cambiado de manera relevante el panorama del conflicto, de los riesgos y necesidades.
No se puede olvidar que, además, en 2008 se inicia una crisis de gran magnitud en los países de la OCDE que afecta de manera especial a los países del Mediterráneo. Todo ello implica menores oportunidades, pérdida de confianza en la educación y algunas otras cuestiones.
En positivo, hay que decir que los profesionales están mejor preparados, los servicios sociales, educativos y los orientados a los jóvenes, disponen de programas más eficaces y, socialmente, todos somos más conscientes de las dificultades de los jóvenes.
Como especialista en resolución de conflictos negativos o delictivos entre los jóvenes ¿cuál es la principal característica y cómo se manifiestan estos conflictos en la actualidad?
La variedad de conflictos no deja de crecer, ya que las posibilidades de comunicación y movilidad en el territorio son cada vez mayores. En este momento, las modalidades más preocupantes son las de las nuevas conductas adictivas y todo lo que conllevan (juegos con dinero -apuestas-, adicciones tecnológicas de varios tipos, nuevas sustancias), así como los conflictos derivados de los riesgos sociales (explotación laboral y sexual). Todo ello produce fuertes tensiones en grupos importantes de jóvenes, las familias y sus entornos.
Además, seguimos observando los conflictos relacionados con el machismo (tal vez agravado por la pornografía en internet), los conflictos interculturales (con el resurgir de actitudes racistas), los conflictos intrafamiliares (violencia filio-parental y de otros tipos) y los conflictos por intolerancias de diversos tipos.
¿Cuáles son los principales factores que intervienen en estos conflictos?
Las causas son las carencias de oportunidades para los jóvenes, oportunidades educativas atractivas y que mejoren su futuro; oportunidades laborales que no se reduzcan a la explotación más cruel; oportunidades de expresión cultural y convivencia pacífica. En unas sociedades en las que todo se compra y se vende, si no tienes garantías de recursos y tu familia no te puede apoyar, la vulnerabilidad y el riesgo social aumentan considerablemente. La tensión con la que viven su presente y su futuro inmediato muchos jóvenes es indiscutible.
Pero, tampoco podemos descartar otras causas relacionadas con las dinámicas familiares. Hay familias que no saben abordar correctamente las necesidades de los adolescentes y jóvenes, las cuales no se reducen al apoyo material. Por eso hablamos de la necesidad de desarrollar las competencias de las familias.
“Hay que desarrollar las competencias de las familias; muchas no saben abordar correctamente las necesidades de los adolescentes y jóvenes”
¿Qué implicación tienen los medios de comunicación y las redes sociales en estos desajustes de personalidad y conflictos juveniles?
Por supuesto, juegan un papel muy relevante. Tanto los medios tradicionales en papel, radio o TV, como los medios de comunicación en soporte digital y las redes sociales. Todos los medios tienen un impacto positivo y negativo. Las redes sociales han aumentado el contacto entre jóvenes y diversas organizaciones sociales, han aumentado la identificación de oportunidades, la comunicación saludable y otras cuestiones. Sin embargo, los principales riesgos también provienen de esos medios, en especial y de manera creciente de los medios digitales. Hay desde páginas que invitan a desarrollar trastornos alimentarios hasta páginas de contactos que los manipulan de diversas maneras.
Otro estudio también realizado en colaboración con la profesora Orte se denomina “Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales”. ¿Cómo definiría la nueva pornografía y en qué medida es determinantes en los conflictos juveniles?
La podríamos definir como filmaciones distribuidas en internet de sexo explícito, con acceso fácil, distribución rápida, masivamente gratuita y alta calidad. Aprovecha la tecnología de emisión en continuo (streaming), por lo tanto no hay tiempos de espera.
Se trata de pornografía distribuida por empresas capitalistas que ha aprovechado las tecnologías de cuarta generación (4G) y que posiciona sus ofertas en todo el mundo. Hace 20 años todavía el porno se distribuía en papel y filmaciones convencionales: con título, una estructura narrativa pobre, pero al menos intentaban disimular. Este porno convencional sigue siendo importante, hay alquiler y compra de estas películas, pero ya no se puede comparar en volumen de negocio con la nueva pornografía en Internet. El cambio importante es primero tecnológico: el 4G facilitó la llegada de la nueva pornografía, es un cambio completado en 2008 y en crecimiento desde entonces: distribución rápida y mayoritariamente gratuita de vídeos de sexo explícito de buena calidad. El segundo gran cambio es cultural: acceso universal a los móviles inteligentes, con la convergencia tecnológica que permiten (Internet de consumo, teléfono, WA, etc.).
Está claramente relacionada, la nueva pornografía, con conflictos de tres tipos: (1) por consumo excesivo que altera la vida cotidiana de los jóvenes, incrementa las actitudes machistas, etc.; (2) por su vinculación e inducción al desarrollo de prácticas de riesgo (sexo sin preservativo, con extraños…); así como por la presencia de filmaciones pornográficas vinculadas a la explotación sexual en la infancia y adolescencia.
¿Cómo es posible que se haya llegado a situaciones de explotación y abusos a menores de instituciones dedicadas a la tutela?
Creo que hay que tener claras algunas cosas. Este fenómeno de la explotación sexual ha aumentado y está presente en nuestras sociedades, aunque lo ignoremos. Los casos de explotación sexual de niños y adolescentes no pasan sólo en Baleares, pasan en todo el Estado.
No pasan sólo con niños y adolescentes en el sistema de protección, puede pasar con cualquier menor. Los chicos y chicas en protección deben hacer y hacen vida casi normal, como en una familia, tienen los mismos riesgos. Sin embargo, en el sistema de protección lo saben y en muchas familias lo ignoran o prefieren ocultarlo. Las fiscalías de menores, dado que es un grave delito, se dedican a perseguir estos casos y a poner remedio,; aunque, por ahora sin todo el éxito que merecen estos chicos y chicas, todos los chicos y chicas.
Además, hay que decir, que la explotación sexual no es sólo para tener sexo pagado; también lo es para filmaciones pornográficas. Justamente, ese aspecto se ignora y es donde se concentran las redes de inducción y captación más organizada, porque, contra lo que digan algunos, sí hay redes y explotadores organizados.
“La explotación sexual ha aumentado y está presente en nuestras sociedades”
Las instituciones no han estado a la altura de lo que se le esperaba en cuanto a control y prevención. ¿Ante este tipo de adolescentes tutelados habría que exigirse un máximo control y cómo se puede atender y controlar sus carencias psicosociales?
Por supuesto, no basta lo que se está haciendo. El problema no ha dejado de aumentar y hay que poner un remedio eficaz. La persecución, por parte de fiscalía y fuerzas de seguridad, es esencial. La mejora de los protocolos de detección y de la actuación de los profesionales y los programas, es indudable. Pero, debe tenerse claro que los principales culpables son los que las captan, los que hacen esa demanda de sexo con personas menores de edad. La sanción social y judicial debe estar a la altura de la canallada que realizan estas personas.
¿En qué situación mental y personal se encuentran estos menores para que puedan suceder casos así?
Los chicos y chicas en el sistema de protección son víctimas de los errores de sus familias, de la negligencia o trato inadecuado, así como de otras circunstancias no favorables en las que han vivido. El sistema de protección les ofrece apoyo y tranquilidad, pero no se puede negar que son susceptibles de las actuaciones negativas de personas que saben de su vulnerabilidad.
¿Qué habría que hacer en estos casos?
El sistema debería actuar mejor, ofreciendo un apoyo aumentado, mejorado, para evitar la victimización, desde la fiscalía hasta el último monitor que trabaja en cualquier entidad del sistema, pasando por educadores, psicólogos, trabajadores sociales y responsables políticos. Pero, tampoco cabe duda que hay que poner los ojos en otras víctimas que ahora ignoramos y que están fuera del sistema de protección. Los investigadores están hablando de un nuevo fenómeno, en este sentido, el de la auto-explotación sexual. Se trata de las situaciones en las que se comparten filmaciones de sexo, se aceptan prácticas de riesgo, por parte de adolescentes y jóvenes en contextos relativamente normalizados, sea por dinero, exhibicionismo, necesidad de atención o por otras causas.
“Ahora se está hablando de un nuevo fenómeno que es la autoexplotación sexual”
Finalmente, ante todas las situaciones de riesgo como abusos sexuales, juegos on line, influencia de las redes sociales… ¿sigue siendo preponderante el papel de los padres o éstos están siendo sustituidos por otros recursos afectivos o personales?
Las familias siguen siendo el referente fundamental, y déjeme que le diga que lo seguirán siendo, aunque las familias cambien mucho y cada vez sean de formas más diversas. La familia aporta afectos, ayuda, supervisión, autocontrol, referentes educativos, muchas cuestiones relevantes para la socialización y maduración personal. Por tanto, es fundamental. Cuando no tenga o haya perdido esas capacidades hay que ayudarlas a prevenir situaciones de riesgo, hay que desarrollar programas de apoyo familiar, programas de mejora de sus competencias como familia. En eso estamos trabajando muchos profesionales, servicios y entidades.
.- Un artículo de José Luis Crispín para Mallorcadiario.com
… sólo un comentario… si las prácticas de riesgo son practicar sexo con desconocidos y hacerlo sin preservativo, pues hemos estado en riesgo desde los albores de la Humanidad… venga ya, el sexo con extraños siempre ha existido, son extraños hasta que te acuestas con ellos y dejan de serlo, además, es más divertido conocer nuevas personas, de eso se trata… en cuanto a las gomas, si bien es un invento antiguo, su recomendación masiva es relativamente novedosa, desde los años 90 del SIDA… en definitiva, el sexo es VIDA, y siempre ha sido, históricamente, con extraños y sin preservativos… y hemos sobrevivido como especie gracias a ello… así que, ¿hay que salir antes mínimamente con las que serán nuestras parejas, y que al principio conviene usar métodos de barrera? claro, vale, pero usad el sentido común cuando habléis de sexo, que vais a dar una idea represiva que no es la que toca… por cierto, la pornografía no tiene la culpa, lo que hay que hacer es EDUCAR para que los jóvenes sepan lo que es -no podemos esconderla- y aclarar que el cine distorsiona la realidad