La idea es sencilla. Juntar un buen grupo de personas, comunidades de vecinos o pequeñas empresas que quieran poner placas fotovoltaicas para generar energía eléctrica de fuentes renovables para que los gastos de compra es instalación sean más bajos. Y está funcionando.
Nura Solar es un proyecto impulsado por la cooperativa SOM Energia y que junta a varias empresas del sector de las energías renovables que aportan sus conocimientos técnicos para poder desarrollarlo.
Al inicio se planteó que podrían conseguir un mejor precio en la adquisición de material por una compra de cierta cantidad de pedidos. Comenzaron un periplo por la isla buscando a quienes quisieran sumarse a este proyecto cooperativo y de momento ya han alcanzado su objetivo, lo que ahora les impulsa a hacerlo un poco más grande.
¿Cómo funciona? Las principales motivaciones que mueven a una persona a participar de este proyecto son el ideológico y el económico. En el primer caso, la utilización de una fuente de energía renovable supone aprovechar un recurso inagotable y que no ensucia el planeta.
Las instalaciones de autoconsumo van enganchadas a la red, con lo que no se precisan baterías contaminantes. En el aspecto económico, todo lo que generan las placas resta el gasto de la factura habitual de la luz.
Los integrantes del proyecto advierten que para que tenga sentido, hay algunas pautas de consumo que se deben ajustar. Por ejemplo, utilizar la electricidad en los momentos de generación punta (cuando hay sol). En definitiva repercute en un ahorro en la factura. Además, la vida media de una instalación ronda los 25 años mientras que en cuestión de unos 8 ya está amortizado el coste inicial.