No hay municipio que no tenga su propio espacio o evento en el que se da oportunidad de vender algo. Hay categorias varias; desde las que incluyen el trueque, las que tienen un trasfondo solidario, las que organiza el comercio local para sacar del almacén lo que no se consiguió vender en el trimestre anterior o las que dan la oportunidad a cualquier no iniciado en la materia a sacar sus muebles o viejos trastos útiles a la luz.
El espacio físico donde se desarrollan unos u otros mercadillos varía según la tipología. Las plazas de los pueblos son espacios excelentes, como las explanadas de Maó y Es Castell, la zona del Aeroclub.
La feria de stocks que se celebrará los dias 6, 7 y 8 de marzo en el Recinto Ferial de Menorca es la gran referencia de lo que el pequeño comercio local ofrece en este fin de invierno. Las tiendas bajan precios, sacan oportunidades y concentran en un solo lugar sus mejores ofertas. Eso libera espacio en almacén y da un respiro a sus cuentas de explotación. Los compradores y los vendedores consiguen ventajas.
En otro nivel, los mercadillos estilo rastro se han ido popularizando como un sistema de dar una segunda vida a muchos objetos que buscan quien les de utilidad. Y también que le den una alegría al bolsillo de su propietario. Estos mercados tienen en Menorca su versión virtual y despliegan un amplísimo catálogo de objetos a veces sorprendente.
La temporalidad también tiene su explicación. Tras el período de consumo navideño entran muchos articulos que tienen un recorrido dispar. De aquellos que nos cansamos o que no acaban de encajar en nuestros hogares se les busca en estos meses una salida. Los primeros meses del año son tambien aquellos en los que muchas economias familiares van más “justas” osea que estos ingresos extra se vuelven en -a veces- una verdadera necesidad.