“Estamos todos asustados, desde el jueves solo salíamos de la habitación para ir a comer. El hotel estaba lleno de gente y había muchos grupos de jubilados. Algunos salían en ambulancia porque no les dejaban ni entrar en el autobús”, son las palabras de Ana, una jubilada residente en Sant Lluís del grupo de 30 personas de Baleares, 5 de ellas de Menorca, que participan en un viaje del Imserso a Benidorm.
En la tarde de ayer estaban a punto de coger el vuelo que les llevaba a Mallorca y, desde allí, a Menorca, pero, cuando ya habían facturado y pasado el control, les anunciaron que el vuelo se había cancelado. Los últimos días de vacaciones en Benidorm de este grupo de jubilados menorquines había sido complicado por la alarma del coronavirus y por tener que compartir espacios con cientos de personas de otras Comunidades Autónomas donde el virus se está extendiendo con rapidez.
Ana nos comentaba anoche que “hemos comido en el hotel y como ya cerraban, porque no llegaban más viajes del Imserso, nos han llevado al aeropuerto. Cuando creíamos que ya íbamos a embarcar nos dicen que no hay vuelos. Ahora nos han montado en un autobús que, desde el aeropuerto, nos lleva hasta otro hotel de Benidorm donde no podremos movernos de la habitación. Nos dicen que igual el lunes podemos salir en barco hacia Menorca pero que, si no es posible, habrá que esperar al martes para regresar a casa en avión”.
Incertidumbre para estos jubilados que son uno de los mayores grupos de riesgo de contagio del Covid-19. No quieren tener más sobresaltos, saben que tendrán que pasar una cuarentena preventiva cuando lleguen a Menorca pero están deseando llegar a casa.