A raíz del artículo publicado en este medio el pasado domingo “Por una Menorca libre de Coronavirus” y viendo que las iniciativas ciudadanas si se ponen en práctica pueden ser más eficaces que las medidas que están tomando actualmente los estamentos públicos, quiero compartir una reflexión en este caso referente a la actual situación de los pensionistas de la isla.
Viendo las iniciativas que han tomado algunas entidades frente al actual estado de alarma puedo ver claros ejemplos de solidaridad así como también de insolidaridad. Por poner un ejemplo debo citar la medida adoptada por la entidad financiera “La Caixa” de adelantarnos 7 días la pensión a los jubilados para que podamos organizar mejor nuestra situación financiera para poder hacer frente a la excepcional situación que estamos viviendo. Así mismo dicha entidad bancaria también ha condonado el pago del alquiler a 2850 inquilinos de los inmuebles que dicha entidad tiene en propiedad. Desde mi punto de vista tales medidas son claros ejemplos de solidaridad social en estos momentos tan difíciles.
Por otra parte y teniendo en cuenta la situación de especial vulnerabilidad de las personas mayores de sesenta años frente al contagio e infección por coronavirus me gustaría recalcar lo que estoy echando en falta en estos momentos.
Es sabido por todos el titánico esfuerzo que está realizando actualmente todo el personal de supermercados para abastecer a la población, pero sin embargo soy consciente del riesgo que supone durante estos días para los jubilados el acudir a los supermercados para abastecernos, ya que teniendo en cuenta el actual estado de alarma los centros dedicados al suministro de alimentos pueden ser centros de contagio dado que son los que están recibiendo mayor afluencia y tránsito de personas.
En referencia a esto no he tenido constancia de que se haya publicado en ningún medio ni en las principales webs de los estamentos públicos destinados a nosotros un teléfono para atender nuestras necesidades, especialmente el suministro de víveres y fármacos así como gestiones de diversa índole para evitar ponernos en peligro.
Es un deber de la administración ahora más que nunca el tomar medidas teniendo en cuenta todos estos factores anteriormente expuestos. Tenemos equipos de protección civil que no deberían hacer acto de presencia solamente en las fiestas patronales sino también ahora que es para lo que realmente están dichas organizaciones. Puedo entender que debido a las restricciones que supone el estado de alarma, cuenten con menos personal, pero teniendo en cuenta la estacionalidad de nuestra economía junto al hecho de la gran cantidad de parados menores de 40 años que alargaran su condición por los momentos que estamos viviendo, se me ocurre que no sería una mala idea un reclutamiento masivo de fuerza de trabajo que actualmente se encuentra confinado en casa. Reclutamiento para diversas funciones. Esto también constituiría una praxis de solidaridad social.
Son los estamentos públicos los que deben articular al conjunto de la ciudadanía para hacer frente a la situación derivada del estado de alarma ya que son tales estamentos los que disponen de la información necesaria para hacerlo como por ejemplo los datos del censo.
El embiste del coronavirus marcara un antes y un después en las dinámicas de nuestra sociedad, pero solo si nos organizamos y todos los sectores de la población somos conscientes de nuestra responsabilidad y deber social podremos sobrevivir como sociedad.