El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Menorca durante 2019 cuidó a 1.337 animales, de 65 especies diferentes. Lo visitaron más de 1.300 personas, entre alumnos de 12 centros educativos, asistentes a los talleres en familia y otras visitas en general. Así lo recoge la memoria del Centro presentada este jueves. Según el GOB, sigue la tendencia al alza en cuanto al ingreso de animales con necesidades de asistencia, de los cuales un 36% han podido volver a ser liberados al medio ambiente. Esta tendencia no obedecería a que haya más accidentes de animales sino a que este servicio de atención a animales es cada vez más conocido por la población y por ello recurren a él con más frecuencia.
La mayoría de los animales que ingresan en el centro de recuperación lo hacen a causa de incidentes debidos a la actividad humana: carreteras, líneas eléctricas, agresividad del medio urbano, introducción de especies invasoras … Su finalidad es intentar disminuir las consecuencias negativas de la actividad, recogiendo e intentando recuperar el máximo de animales, pero también es básica la educación ambiental.
Difundir cuáles son estos impactos y sus consecuencias sobre la fauna es también un objetivo principal de la entidad conservacionista. La información que se recoge también sirve para hacer propuestas de actuación para reducir las causas de ingreso de los animales.
La principal causa de ingreso son crías de aves en el medio urbano y que han caído del nido o han sido abandonados. El 70% de estas crías son de vencejo y de gorrión, pero también de búhos, cernícalos, tordos negros, verderones … Cerca de un 20% de los ingresos se deben a colisiones, sobre todo en carreteras. Aquí quien sufre más son las tortugas, erizos, búhos, cernícalos y lechuzas. Las líneas eléctricas también ocasionan repetidamente accidentes, por colisiones o por electrocuciones. Los afectados suelen ser pájaros de tamaño medio o grande, como bueyera, cuervos, rapaces y gaviotas. Otras causas de ingreso son los restos abandonados en el mar de aparejos de hilo de pescar, cuerdas y plásticos, que afectan a las gaviotas y, especialmente, a las tortugas marinas.
Las especies exóticas invasoras son un problema para la fauna silvestre. Destaca el caso de la tortuga de agua americana que debido a que se han liberado ejemplares está establecida en diferentes zonas húmedas de Menorca. Actualmente la ley prohíbe tener estas tortugas, y el Centro de Recuperación es donde la gente que tenga las debería entregar, y nunca liberarlas. Durante 2019 se recibieron en el centro 85 tortugas exóticas.
Durante 2019 también se insistió en las mejoras en las carreteras para reducir la accidentalidad de los animales. Se puede hacer construyendo pasos de fauna seguros por debajo de la carretera. También se pueden adaptar los pasos canadienses para que no queden animales atrapados, tal y como prevé el proyecto que se presentó a los presupuestos participativos del Consell Insular y que actualmente se está ejecutando.