Apareció con un delantal de Menorca que hacía un guiño a las fiestas. Había decidido cocinar merluza en salsa verde. Con apenas 20 años, María estaba muy cerca de acceder a la fase final y participar en la octava edición de MasterChef, el talent show más exitoso de la televisión mundial. Pero su plato no fue elegido… Había logrado superar las etapas previas y se encontraba a un paso de cumplir uno de sus sueños. Al jurado le sorprendió su juventud. ¿Junior o senior?, le preguntaron. “Cuando empecé a ver MasterChef era junior”, dijo. “Empecé a cocinar cuando me diagnosticaron intolerancia a la histamina, y vengo a demostrar que se puede cocinar algo rico sin esta molécula”, explicó ya en el plató. Allí, ante los cocineros Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera, dispuso de 5 minutos para acabar de retocar su creación. A la hora de degustarlo, al jurado le pareció que le faltaba algo de sal y de cocción. “Tienes ganas y mucha ilusión, pero te falta cocinar un poco más”, le explicó Pepe Rodríguez. “Puedes mejorar mucho”, le indicó Samantha, una gran enamorada de Menorca. Su plato fue uno de los dos descartados y María corrió a abrazarse a su familia. La Isla no tendrá, de momento, representación en el concurso.
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