Las vacaciones de los menorquines de 2020… en Menorca

Es habitual que a comienzo de temporada (mayo) y a final de temporada (octubre), muchos menorquines se aprovechen de mejores precios de las instalaciones de hoteles, spas o restaurantes. Este año, la temporada se va a centrar en ofrecer estos servicios al público local y a lo largo de todo el verano. Independientemente de si el desconfinamiento es más o menos rápido, parece claro que va a ser poco probable que se abran las fronteras de cara al turismo exterior hasta el momento en que la pandemia esté claramente controlada dentro y fuera del país.

Por lo tanto, los menorquines seremos los que disfrutemos de Menorca. Eso implica que la oferta se dirigirá a este público potencial.

Mantener la distancia social es compatible con ciertas actividades de ocio; se puede ir a una playa mientras ésta no esté masificada. Si partimos de la premisa de que no habrá afluencia de turistas de touroperación, no debería ser difícil controlar este aspecto. Por otro lado, las mesas de los restaurantes, terrazas y espacios dedicados a la hostelería podrían cumplir perfectamente con un aforo menor, pagando menos impuestos puesto que su número de plazas se reduciría. Eso también ayudaría a que la carga de trabajo se repartiera entre más establecimientos.

Los fines de semana en los que una familia alquila una vivienda vacacional en Son Bou, ir a comer al buffet del hotel en la otra punta de la isla o en el camping (por poner un ejemplo) será la mejor manera de pasar unas vacaciones.

Menorca no es Benidorm. Hay zonas costeras del país que plantean instalar mamparas de metacrilato como si construyeran celdas transparentes donde el bañista pudiera tomar el sol protegido. Esta es una imagen que no quisiéramos dar en Menorca, donde no nos falta costa para disfrutarla de manera ordenada. Las fotografías o vídeos de unas vacaciones así será lo que el mundo verá de una isla “destino-seguro”. Sin duda muchos querrían haber escogido un lugar así para vivir (y pasar sus vacaciones).