Desde que se inició la crisis sanitaria del Covid-19, 49 médicos han muerto en España a manos del coronavirus, según los datos contabilizados por la Organización Médica Colegial (OMC) con fecha de 13 de mayo. Todos estos profesionales han pagado un precio muy caro, el más costoso de todos, por mantener su fidelidad al compromiso de servicio y entrega a los pacientes que prometieron en su momento, y al que se han mostrado leales hasta el último minuto.
Ninguna de estas muertes ha tenido lugar en Baleares, a pesar de la elevada afectación del virus entre los profesionales del sistema de salud de la comunidad autónoma. Las informaciones que obran en poder del Sindicato Médico de Baleares (Simebal) contemplan que, en estos momentos, caracterizados por el progresivo descenso en la curva de incidencia del coronavirus, la enfermedad podría afectar al 18 por ciento del personal sanitario del archipiélago. En los momentos más duros, este registro pudo haberse situado cerca del 28 por ciento, según la estimación del presidente de Simebal, Miguel Lázaro.
72 PROFESIONALES SANITARIOS FALLECIDOS EN ESPAÑA
En declaraciones a mallorcadiario.com, el dirigente sindical ha asegurado que en Baleares “nos ha acompañado la suerte y no se ha contabilizado por el momento ninguna muerte entre el colectivo médico. Sin embargo, las cifras ponen de manifiesto que muchos de ellos han estado expuestos a los contagios, y en una clara situación de riesgo”.
De los 72 fallecimientos que se han producido, según las últimas estadísticas actualizadas, entre el personal sanitario, 49 son médicos. Para Miguel Lázaro, la proporción “demuestra hasta qué punto los facultativos han estado en el ojo del huracán, como también lo ha estado la Atención Primaria, ya que es el nivel asistencial más castigado por la pandemia”.
De entre las víctimas mortales acaecidas entre el colectivo médico, el profesional más joven tenía tan solo 28 años. Otros compañeros también fallecidos apenas superaban los 40. Por esta razón, el presidente de Simebal cree importante remarcar que “no todas las muertes se han registrado entre médicos de edad elevada. Es cierto que la franja entre los 50 y los 65 años acapara el mayor porcentaje de decesos, pero no se pueden ignorar los óbitos ocurridos también entre profesionales más jóvenes”.
Todos ellos, y ellas, serán recordados este jueves 14 de mayo, a raíz del acto de homenaje organizado por el Foro de la Profesión Médica de España (FPME), a iniciativa de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).
El homenaje consiste en la convocatoria de dos minutos de respetuoso silencio en el equipamiento asistencial donde cada participante desarrolle su actividad laboral (hospitales, clínicas, centros de salud, farmacias, entornos sociosanitarios….). Las concentraciones tendrán lugar a las 12 del mediodía en las puertas de los principales accesos a estas instalaciones, y los participantes lucirán un crespón negro en señal de duelo. Al mismo tiempo, en cada una de las islas, se ha establecido un punto de concentración preferente. En Menorca coincidirán en los accesos del Mateu Orfila.
CAMPAÑA DEL COMIB Y EL SIMEBAL
En las islas, el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) ha hecho llegar un llamamiento a todos los facultativos para que secunden este acto en recuerdo de sus compañeros fallecidos. También el Colegio Médico de Baleares (COMIB) se ha sumado al homenaje. Ambas organizaciones han editado un cartel conmemorativo que reproduce la imagen de dos de los elementos tradicionalmente asociados a la profesión médica (una bata blanca y un estetoscopio), acompañados de un mensaje muy explícito en referencia a los médicos fallecidos: ‘Ya no se la volverán a poner más…DEP’.
La campaña se verá reforzada por una intensa actividad en las redes sociales agrupada en torno a los hashtags #UnSilencioYUnaPalabra, #HomenajeSanitario y #NiUnFacultativoMenos. De esta manera, todas las personas que lo deseen, podrán realizar su aportación al homenaje compartiendo imágenes, vídeos o mensajes que evoquen el recuerdo de quienes, como afirma la FPME, “no dudaron en ponerse manos a la obra a pesar de las incertidumbres que había respecto al virus y los medios insuficientes, entregándose a una vocación que permitió poner a salvo a quienes se ponían en sus manos aunque eso supusiera arriesgar su propia vida”.
El Foro de la Profesión Médica está integrado por las siguientes instituciones y entidades: Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME), Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (CNECS), Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), y Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina (CNDFM).
LÁZARO: “HEMOS IDO A LA TRINCHERA SIN ESCUDO PROTECTOR”
El Sindicato Médico de Baleares (Simebal) es una de las entidades que en mayor medida han contribuido a trasladar las reivindicaciones de los facultativos, y también de otros colectivos sanitarios, en la lucha contra el Covid-19. Desde el inicio de la crisis, la organización sindical ha insistido en el riesgo mayúsculo que corre el personal que trabaja en hospitales y otros equipamientos sanitarios frente a la amenaza del coronavirus, a causa de su contacto diario con posibles portadores de la enfermedad.
El Simebal ha alertado también, de manera insistente, sobre la falta de medios de protección con que los profesionales han debido realizar su tarea, especialmente en las primeras fases, las más duras, de la infección. A este respecto, ha hecho llegar cartas a la consellera de Salut, Patricia Gómez, el director general del Servei de Salut, Juli Fuster, y otros responsables de la administración autonómica para hacerles partícipes de las numerosas complicaciones y cortapisas con que los profesionales sanitarios se han visto obligados a ejercer su labor de prevención y tratamiento del Covid-19 en la sanidad balear.
En opinión de Miguel Lázaro, los médicos “han ido a la trinchera sin escudo protector”, en referencia a la tardanza que ha caracterizado la llegada de equipos de protección destinados a sanitarios tanto en los centros hospitalarios como en otros niveles asistenciales, particularmente Atención Primaria. Esta falta de reacción de las administraciones a la hora de proveer a los profesionales del sistema de salud de los recursos adecuados para frenar el foco de expansión del virus, “tiene mucho que ver con las estadísticas tan luctuosas que estamos comentando, y que contrastan claramente con las que presentan otros países europeos“.
De hecho, según los datos del Simebal, el personal sanitario infectado en los territorios de la Unión Europea oscila entre el 3 y el 5 por ciento, frente al 30 por ciento de España. Solo la región italiana de la Lombardía, al norte del país, se acerca mímamente al registro español, con un 20 por ciento.