La sala de pleno del Consell ofreció este lunes por la mañana una imagen insólita. Si bien la convocatoria de la sesión ya era extraordinaria en su convocatoria, las imágenes que brindó el pleno lo fueron aún más por insólitas. Se trataba del primer encuentro tras al declaración del estado de alarma. Debido a las restricciones sanitarias y medidas de higiene se tuvo que reorganizar absolutamente todo.

De entrada, la habitual mesa semicircular dio paso a una disposición de varias de forma rectangular para formar un gran cuadrado. Esto obedecía a la necesidad de que los consellers pudieran mantener una separación mínima de dos metros.  También había gel hidroalcohólico a la entrada para la desinfección. Los consellers accedieron en su mayoría con mascarilla protectora aunque para sus intervenciones se la quitaron. Hubo incluso quien, como Coia Sugrañes, estuvo todo el rato con guantes protectores.

El pleno se tuvo  que interrumpir por espacio de quince minutos a las doce del mediodía cuando se llevaban dos horas de sesión. El motivo fue poder desinfectar la sala.

Los periodistas y responsables de imágenes también tuvieron que seguir un estricto método para tomar fotos y notas. Se les hizo llegar a la sala con unos minutos e antelación para explicarles por dónde podían moverse y estar y los lugares que les estaban vedados.

Además, el pleno se inició con un minuto de silencio en memoria de las víctimas del coronavirus.