Este lunes los trabajadores del Museo de Menorca se han llevado una desagradable sorpresa al iniciar su jornada laboral. En los alrededores del Museo se encontraban los restos de alguna improvisada fiesta: latas de cerveza, botellas, mascarillas, pinturas en las paredes y excrementos en la puerta de entrada. Desde las redes sociales han dejado constancia de estas imágenes que demuestran el incivismo de algunos ciudadanos y ha manifestado su “tristeza, tendremos que asumir que la especie humana continúa con su peculiar evolución”. |