El Servicio de vigilancia de la posidonia inicia este lunes la cuarta campaña con el reto de consolidar el alto nivel de concienciación desarrollado entre la ciudadanía. La novedad, este año, es que el servicio contará con el apoyo de 14 unidades ROV sumergibles gracias a un convenio de colaboración a través del cual la compañía eléctrica aporta 20.000 euros anuales para la preservación de la fanerógama marina.
Este año, se mantiene el número de embarcaciones, quince, que integran el operativo así como su distribución por islas: 5 en Mallorca, 5 en Formentera, 3 en Eivissa y 2 en Menorca. El operativo finalizará el próximo 30 de septiembre.
El conseller Mir ha agradecido el compromiso de la compañía y ha explicado que los aparatos (robots submarinos no tripulados, conectados a una embarcación en superficie mediante un cable) no solo servirán para controlar los fondeos con mayor precisión si no que se utilizarán en tareas de control de la biodiversidad (como, por ejemplo, censos de especies protegidas) o de revisión del estado de los distintos hábitats marinos así como las posibles fugas de emisarios.
Otra de las novedades de este año, relacionada con la necesidad de adoptar medidas de seguridad para contener los contagios de COVID-19, es que los informadores del Servicio no repartirán folletos informativos en las embarcaciones sino que distribuirán la información a través de códigos QR.
El servicio de vigilancia contará con el apoyo de embarcaciones de las Reserves Marines, Espais Naturas Protegits, la Guardia Civil y los Agents de Medi Ambient (AMA) que, este año, ya contarán con dos embarcaciones propias para controlar los fondeos. También recibirá el apoyo de la Central de Incendios Forestales (CCIF) y técnicos del IBANAT. Las actuaciones de control irán a cargo de la benemérita y los AMA.
El servicio de vigilancia de la posidonia finalizó la temporada pasada con 121.245 actuaciones realizadas. Del total de actuaciones, 16.430 correspondieron a las embarcaciones informadas por el servicio; 10.104 a las asesoradas, es decir, aquellas las cuales, por voluntad propia, se pusieron en contacto para pedir sobre la idoneidad de la ubicación donde pensaban fondear; y 86.207 actuaciones de comprobación del fondeo, de las cuales 8.504 requirieron la reubicación de la embarcación.