Ha estado 75 días ingresado en el Hospital Mateu Orfila, 58 de ellos en la UCI de la que solo recuerda “un silencio”. El arquitecto Vicenç Jordi ha vuelto a su casa después de recibir el alta médica esta mañana. Era uno de los dos pacientes de coronavirus que quedaban en planta del Hospital.
Jordi ha explicado en declaraciones a IB3 que “en ningún momento pensé que me pudiese morir pero estuve al límite”. Ahora le queda un proceso de recuperación que realizará desde su domicilio.
“La vida me ha dado una segunda oportunidad y habrá que aprovechar” ha manifestado agradeciendo su trabajo a los médicos y enfermeras que le han atendido.