“El contador de crecimiento de Menorca ha encontrado sus peores aliados en la industria, según se desprende de la evolución de la afiliación del sector (-4,1% vs -1,4%, Pitiüses) y más concretamente en el segmento manufacturero menorquín (-4,4% vs -2,4%, Pitiüses)”.
Esta es una de las conclusiones del Informe de coyuntura económica elaborado por la patronal CAEB en Baleares que destaca que el archipiélago “afronta una campaña turística inédita, completamente atípica y llena de incertidumbres” por lo que consideran que “el mantenimiento de los ERTEs debe condicionarse a la existencia de una vacuna contra el coronavirus. Porque mientras no tengamos la vacuna estamos en riesgo y los ERTEs tienen que seguir siendo una herramienta necesaria para que no se asfixien nuestras empresas, para defender el empleo y para evitar que en un futuro inmediato tengamos que quitar la “T”, y ver que los ERTEs se convierten en EREs, lo que supondría el fin de la actividad para muchas de nuestras empresas, con un elevado número de cierres y con la consiguiente destrucción tanto del tejido productivo como del empleo en nuestras islas”.
CAEB señala que “la economía balear se contrae un 4,5% en el primer trimestre del año” y estas expectativas a la baja comprometen las decisiones de consumo e inversión de la ciudadanía.
La patronal empresarial apela a una colaboración público-privada “que sea realmente eficaz y eficiente porque, en Baleares, ya se han abierto las puertas de la recesión”.