Ni la lluvia de críticas, ni los lamentos del Govern, ni la viralización de sus precios en las redes sociales en las últimas horas. Nada ha cambiado la política de tarifas de Vueling, que mantiene billetes a 900 euros -sin residente- para volar entre Barcelona y Menorca en julio.
El monopolio que tiene la aerolínea durante muchos meses en la ruta con El Prat ha vuelto a irritar a los pasajeros. Después de muchas semanas de confinamiento y restricciones, los viajeros se han encontrado con la puerta de los aeropuertos abierta, pero con unos precios desorbitados para volar.
El pasado fin de semana, un tweet de Jordi Villacampa, exjugador y expresidente del Joventut de Badalona, y con residencia en la costa de Sant Lluís, ponía en guardia a menorquines y catalanes: “Vamos ayudar al turismo nacional. La economia nos necesita. Viajar por España es lo mejor. Pues nada vamos a sacar billete @vueling”, ironizaba, antes de colgar una captura de pantalla de un vuelo a 449 euros a principios de julio.
Más de 4.000 likes y 1.4 mil retweets después, las cosas no han cambiado. Vueling no ha bajado los precios ni a pesar de la multitud de críticas, a las que se sumó también otro tweet del periodista Jamie Easton denunciando los precios abusivos. Pero la compañía mantiene las tarifas también para mediados de julio.
Así, si algún turista o persona son segunda residencia en la Isla quiere viajar desde Barcelona a Menorca el viernes 10 de julio y regresar el domingo 12 de julio, deberá abonar 899’98 euros si no dispone del certificado de residente.
Ayer lunes, el conseller Marc Pons ya advirtió que “si el mercado libre no funciona hay que recurrir a la intervención del Estado en forma de Obligación de Servicio Público. El problema aquí es que el Govern balear no tiene potestad y deberá intervenir Madrid con el permiso de la Unión Europea”.