Las imágenes del “primer toc” de Sant Joan en Ciutadella y la aglomeración de personas que quisieron disfrutar de ese emotivo momento festivo se han difundido por muchos medios de comunicación como ejemplo de lo que no se debe de hacer aunque ya no estemos en estado de alarma. Pero este miércoles, festividad de Sant Joan, los escenarios festivos de Ciutadella están solitarios. La imagen de Es Pla, donde otros años a estas horas se realizan los “Jocs” más familiares se ven vacíos. La pandemia se ha llevado por delante las fiestas más conocidas de la isla.

La misa oficiada por el obispo de Menorca en la Catedral ha reunido a algunas personas y la gran bandera del Club Náutico recuerda que en estos días, aunque solo se celebrarán en pequeños grupos de familias y amigos, pervive el “sentiment santjoaner”.

En la Catedral queda una familia que ha decidido bautizar este señalado día a una niña a la que recordarán que recibió este sacramento el “año del coronavirus”.