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El intercambio de casas, una manera barata de viajar

Fomenta valores como el compartir o la responsabilidad

Una modalidad al alza.
Una modalidad al alza.
cada vez hay más gente que elige intercambiar su vivienda para disfrutar de las vacaciones. (Foto: ISTOCK.COM)

El intercambio de casas es una fórmula cada vez más popular, si bien es cierto que España es uno de los países donde todavía no hay tanta implantación. Es una experiencia basada en la confianza mutua y que puede presentar dos modalidades. Una más común que es el intercambio recíproco en el que se cambia una vivienda por otro en el mismo periodo de tiempo. Y otra, llamada intercambio de hospitalidad que consistiría en acoger a personas durante su viaje a tu ciudad a cambio de que ellos más tarde te acojan en la suya.

Aunque es un sistema que puede generar cierta desconfianza para algunas personas, quienes disfrutan de este tipo de vacaciones argumenta que la gente cuida muy bien las casas, sabiendo que en las suyas también harán lo mismo. Además, al contrario de lo que pueda parecer, los usuarios de estos servicios suelen ser personas de nivel cultural medio-alto.

Esta fórmula presenta numerosas ventajas entre las que encontramos:

1. Posibilidad de conocer otras culturas y otras formas de vivir, permitiéndote convivir con personas autóctonas, lo que hace que disfrutes más del viaje.

2. Te sientes como en tu casa y con todas las comodidades. No sólo se puede usar la vivienda y los utensilios, sino que en muchas ocasiones los anfitriones también comparten sus coches, sus bicicletas o cualquier otro elemento. De hecho, si eres una familia con niños y viajas a una casa donde también hay hijos pequeños, puedes encontrar cunas, juguetes, cuentos, y todo lo necesario para ellos.

3. Enseñas a tus hijos el valor de compartir y respetar.

4. Te permite tener tu casa cuidada cuando no estás. Pueden pasearte los perros si no te los llevas de vacaciones, que te rieguen el césped y las plantas, o simplemente tenerla vigilada.

5. Gran ahorro de dinero tanto en la estancia, como en las comidas, ya que las puedes hacer en casa. El gasto de alojamiento puedes dedicarlo a otras cosas como alargar el periodo vacacional, gastar más en ocio o simplemente guardar el dinero para futuros viajes o destinarlo al ahorro personal.

6. Haces amigos en todo el mundo.

Para empezar a disfrutar, basta con inscribirse en alguna de las numerosas webs que existen, y por una pequeña cuota anual de unos 130 euros, puedes viajar por todo el mundo y un número ilimitado de veces . Además, suelen incluir un seguro para posibles daños, sea por rotura o incluso por robo, aunque generalmente no suele haber problemas y cuando vuelves a tu casa no notas que haya habido nadie viviendo en ella. También existen algunas webs de carácter gratuito, si bien no tienen la misma variedad de ofertas. La utilización de las webs también es sencilla. Cuelgas fotos de tu vivienda y de tu familia, contestas unas preguntas sobre objetos disponibles en la casa, si admites niños o animales, fechas disponibles y esperas a que alguien haga una solicitud para tu vivienda, así de fácil.

Sin duda es una forma nueva de viajar que te permite conocer ciudades en todo el mundo a un precio mucho más asequible.

.- este es un artículo de Eva Remolina/AMIC para Menorcaaldia.com


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