El estudio elaborado por la empresa Agrup 360 para el Fons Menorquí de Cooperació con el objetivo de conocer la situación de las personas migradas y las políticas interculturales en la isla determina que “el 16% de la población de Menorca el año 2018 nació en un país extranjero y de ellos el 67% en un país extracomunitario; cuando a principios de la década de 2000 representaban tan sólo el 6%, de los cuales 39% eran extracomunitarios”.
Este estudio perfila la sociedad de Menorca como “respetuosa con las personas recién llegadas -a pesar de la falta de una mayor capacidad de tejer relaciones interculturales- y sin problemas significativos de convivencia. Sin embargo, una cuarta parte de la población joven muestra una actitud de recelo y de rechazo a la inmigración y a la diversidad cultural, y se producen situaciones discriminatorias en diferentes ámbitos de la sociedad -especialmente en el espacio público y en el trabajo- que no se visualizan por la falta de denuncias”.
La heterogeneidad social y cultural que conlleva esta realidad demográfica y la situación de mayor vulnerabilidad social en la que se encuentran las personas que se ven forzadas a migrar por motivos económicos y políticos, supone, según este estudio, uno de los principales retos para el bienestar y la cohesión social de la nuestra sociedad. Por esto el Foins Menorquí consideró necesario tener un mayor conocimiento de la realidad para ayudar a plantear las políticas públicas futuras en esta materia.
La consellera de Bienestar Social, Bárbara Torrent, ha presentado este viernes este estudio que “toma especial relevancia en el contexto actual de crisis sanitaria y económica, que ya ha mostrado algunos de sus efectos con el incremento de las desigualdades sociales. Este estudio nos sirve, también, de punto de partida para mejorar la comunicación y las prestaciones sociales que ofrecemos a este colectivo para que puedan integrarse adecuadamente dentro de nuestra sociedad sin riesgo de exclusión y ofrecerles los seguridad en un momento tan delicado como el actual “.
El estudio aborda el tema de la migración y la interculturalidad en Menorca desde tres perspectivas. En primer lugar, la integración ciudadana de las personas migradas desde la vertiente económica, social y política, a partir de la realización de 109 entrevistas. En segundo lugar, la percepción de la población joven en relación a la inmigración y la multiculturalidad y el grado de relaciones interculturales que establecen, a partir de una encuesta en la que han participado 720 alumnos de 3º y 4º de la ESO de ocho centros educativos. Por último, el análisis de las políticas públicas que se llevan o no a cabo para fomentar una sociedad intercultural, a partir del cuestionario Índice de Ciudades Interculturales del Consejo de Europa.
Del estudio, se extrae que hay que mejorar la integración ciudadana de la población migrada en Menorca. El hecho de que la mitad de la población migrada tenga unos ingresos inferiores a los 10.000 € anuales constata la elevada precariedad laboral en la que vive este sector de la población. Las dificultades para acceder o mantenerse en una vivienda añade un grado de dificultad para alcanzar unas condiciones materiales mínimas. La baja participación en la vida pública de la comunidad les dificulta la creación de redes sociales que permitan mejorar su situación.
Según el estudio en una situación de especial vulnerabilidad se encuentran las personas en situación administrativa irregular, población que va creciendo en los últimos años y que no tiene ningún derecho garantizado por la situación en la que se encuentran.