Desde la Asociación de Comerciantes de Menorca (ASCOME) han manifestado que, dada la difícil situación por la que atraviesan las pequeñas y medianas empresas de comercio en la actualidad y en su futuro más inmediato, las ayudas de las administraciones “parecen insuficientes, visto el alcance real de la situación, únicamente medidas de aplazamientos o prórrogas en el pago de los tributos locales“.
Por esto han solicitado “emprender urgentemente más acciones para ayudar de forma directa a las pymes de comercio” y proponen “verdaderas exoneraciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que se repercutieran finalmente en el titular de la actividad que el local generase, o medidas de reducción de las tasas de recogida y tratamiento de basuras que deban abonar los negocios que han visto reducida, o no han podido abrir, a consecuencia del COVID-19; serian otras opciones válidas. Precisamente el Ayuntamiento de Alaior ya ha aprobado y publicado en el BOIB de forma definitiva las nuevas cuotas reducidas de la tasa por los servicios de recogida y tratamiento de basuras, de forma excepcional debido a la crisis del COVID-19 a determinadas actividades económicas”.
Recuerdan desde ASCOME que ya “en la batería de propuestas que se plantearon al inicio del estado de alarma desde la Federació PIME Menorca, de la que ASCOME forma parte, ya se recogían, entre otras, la bonificación de la cuota anual de la tasa de basuras en empresas que se les impuso su cierre temporal y la solicitud de un sistema de bonificaciones y/o coeficientes de reducción para actividades empresariales hasta que exista una recuperación real de la actividad”.
Por otro lado, ante la posible reedición de las convocatorias municipales de ayudas para las empresas para intentar paliar los efectos del COVID-19, ASCOME insiste en la “necesidad de incluir como beneficiarias, hecho que no ha ocurrido hasta ahora, a las empresas de sectores considerados esenciales por el Real Decreto 463/2020 por el que se declaró el estado de alarma, pero que, sin embargo, sufrieron y padecieron las consecuencias más crudas de esta situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Pastelerías, comidas preparadas, centros o clínicas veterinarias, ópticas, ortopédicas, prensa y papelería, combustible para la automoción, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía…; aun no estando prohibida su apertura al público, no pudieron abrir sus negocios o lo hicieron con una disminución muy importante de sus ventas por falta de clientes. Otros aspectos criticables de cara a una posible reedición de las convocatorias municipales COVID-19, sería que en muchos casos se limitaba su acceso por el número de empleados, muy por debajo de lo considera pyme en la normativa europea, y la situación generada con los denominados comercios de temporada”.
ASCOME ha aprovechado su escrito a las administraciones de Menorca para solicitar el “apoyo para el posicionamiento del marketplace del comercio de Menorca XUROA, lanzado definitivamente en pleno confinamiento a finales de abril y con el que ya se venía trabajando durante meses atrás.