Unas 50 personas se han apuntado como voluntarias para vigilar los puntos en los que se depositaron los huevos de la tortuga que hizo una puesta en Punta Prima hace unas seis semanas. Los huevos se dejaron madurar enterrados en la arena aunque algunos de ellos fueron llevados a plantas incubadoras. Se da la circunstancia que, precisamente este viernes, han eclosionado los primeros nueve huevos que estaban en incubadoras. Se trata de un hecho normal que estas crías nazcan antes que las que se encuentran bajo la arena.

Todos estos voluntarios trabajan coordinados por el GOB, el OBSAM, Per la mar viva y el Menorca Preservation Fund. El objetivo es controlar cuantos ejemplares rompen el huevo para después poderlos llevar hasta el mar ya que la zona de cría se ha protegido para evitar que alguien dañe a estos animales.

El conseller balear de Medi Ambient, Miquel Mir, visitó este viernes por la tarde la playa de Sa Mesquida en donde hay parte de los huevos de la puesta. Allí agradeció la labor de estos voluntarios.

Mir ha recordado que las puestas de tortuga marina en las Illes Balears fueron un hecho inédito en el archipiélago hasta el verano pasado, cuando se produjeron dos puestas en la isla de Eivissa, y que, por tanto, « suponen un nuevo reto ambiental que el Govern asume con ilusión y sentido de la responsabilidad ». En este sentido, ha añadido, que “la comunidad científica tiende a asociar  este fenómeno con el incremento de la temperatura del mar fruto de la emergencia climática que sufre el planeta».

Durante la visita del conseller también se realizó la suelta de una tortuga que había precisado tratamiento por parte de los ecologistas para recuperarse.