Entre el 13 de marzo y el 21 de junio, el Institut Balear de la Dona recibió un total de 1.104 llamadas, lo supone una media de 12 cada día. 47 de ellas fueron desde Menorca.
Además, casi 9 de cada 10 llamadas han requerido intervención profesional de diferente índole (desde información, orientación, etc, hasta intervención en situaciones de emergencia o acompañamiento). El 40% de las llamadas han acabado desencadenando intervenciones en situación de emergencia. En Menorca se han llevado a cabo 8 acompañamientos, principalmente para apoyar en situaciones de estrés, asesorar a las víctimas, y acompañarlas en diferentes fases del proceso judicial. Hay que destacar que estos acompañamientos duran una media de 3 horas y media. Es un acompañamiento muy personalizado donde se apuesta por la calidad y la atención completa a estas mujeres.
Si se añaden las peticiones de ayuda realizadas por whatssap, el Institut Balear de la Dona atendió 1.170 peticiones durante el estado de alarma, un incremento del 21,5% en comparación al mismo periodo del año pasado.
La consellera de Presidencia, Cultura, e Igualdad, Pilar Costa, ha recordado que este mismo verano “hemos tenido que lamentar el primer asesinato por violencia machista en Baleares. Con la muerte de Christina Sundberg, ya son 1060 las mujeres que han perdido la vida en el Estado, 37 en las Islas Baleares, desde 2003, cuando estas muertes se empezaron a contabilizar. Unas cifras escalofriantes que demuestran que no debemos bajar la guardia”.
La directora del IBDona, Maria Duran, ha detallado que prácticamente 6 de cada 10 mujeres que han contactado con el IBDona (el 58%) lo han hecho para pedir ayuda ante una violencia psicológica. El 42% ha explicado que sufre violencia física, y el 2% violencia sexual, y ha remarcado que “hay que tener en cuenta que una mujer puede sufrir diferentes tipos de violencia al mismo tiempo, y que además de violencia física, psicológica o sexual, también pueden sufrir violencia económica, social o ambiental”.
En cuanto al perfil de las personas que han telefoneado, en el 55% de los casos ha sido la propia víctima y en el 14% las personas de su entorno. Un 20% de las llamadas han sido de personas interesadas al obtener asesoramiento pero que no son víctimas.
Por edades, el 30% de las mujeres que se han puesto en contacto con el IBDona tienen entre 31 y 40 años. El 24%, entre 21 y 30 años y el 22%, entre 41 y 50 años.