Desde el momento en el que se impulsó el proyecto de transición energética en Menorca, el primer y principal escollo era que la central de ENDESA del puerto de Maó. El primer paso fue conseguir que la quema de combustibles fósiles no contaminara la atmósfera. Para ello se planteó aprovechar el remanente de agua depurada de la EDAR Maó-Es Castell y llevarla a través de una canalización hasta la central que se encuentra en el extremo occidental del puerto de Maó.
A lo largo de las obras se han ido produciendo pequeños retrasos propios de cualquier obra civil, si bien el gran problema ha supuesto el Estado de Alarma. Con la pandemia, todo se ha ralentizado. Hoy aún no se han podido acabar los trabajos pero, según explicó la portavoz de ENDESA Maria Magdalena Frau a Radio Menorca, están bien encaminadas a poder cumplir su objetivo en tan solo unas pocas semanas. Pese a ello, Frau recuerda que la solución que supone una rebaja de un 75% de las partículas contaminantes de la quema de combustible se está aplicando ya gracias al transporte del agua con camiones. El proceso implica inyectar el agua depurada y pulverizada en la base de la columna de humo resultante de la combustión, lo que atrapa la mayoría de las partículas de óxidos de nitrógeno (NOx).
Según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, PRTR España, las partículas NOx son corrosivas para la piel y el tracto respiratorio, provocando enrojecimiento y quemaduras cutáneas graves. La inhalación en elevadas concentraciones, puede originar un edema pulmonar. Una exposición prolongada puede afectar al sistema inmune y al pulmón, dando lugar a una menor resistencia frente a infecciones y causar cambios irreversibles. Respecto al medio ambiente, el efecto más preocupante es la formación del smog fotoquímico que contribuye negativamente a la conservación de la capa de ozono.
Al aplicar este sistema de agua inyectada, ya se está aplicando la primera parte de la solución. La siguiente fase será cambiar el combustible que se quema en la central y pasar de fuel oil a gas. Aunque seguiría siendo combustible fósil, el grado de contaminación sería muy inferior. En otra fase posterior, se debería utilizar otra fuente de generación de energía limpia y renovable.