Una de las mayores demandas que se han recogido en Menorca en relación a la gestión del puerto de Maó es que hubiera más representación de voces de la isla en los órganos de decisión de Autoridad Portuaria de Baleares.
Así se podrían considerar mejor las singularidades de un puerto que acoge muchas diferentes actividades; desde una zona industrial hasta una comercial de servicios y restauración, pasando por espacios de náutica recreativa, descargas de combustible o tráfico regular de pasajeros, cruceros turísticos, pruebas deportivas, turismo de congresos, zonas de baño, marisqueo y pesca y más.
El marco legal existente acoge una tipología para el puerto que acota muchas de las posibilidades que ofrece el entorno del puerto y, debido a ello, Autoridad Portuaria de Baleares ha tenido que ajustar cada elemento para que pudiera caber lo mejor posible en el texto legal y en las demandas de los sectores implicados.
Como si de una gran comunidad de vecinos se tratara, era necesario trabajar juntos para convivir en armonía.
La salida del presidente anterior bajo una investigación en marcha de la Fiscalía Anticorrupción, abre la puerta a la renovación de cargos. De manera transitoria ha entrado el menorquín Marc Pons y en el puerto de Maó muchos se preguntan si cuando se calmen las aguas, se mantendrá una mayor proporcionalidad de voces menorquinas en el Consejo de Administración que ayuden a gestionar la singularidad del puerto con más acierto.
La asociación Port Sostenible expresó que en Maó podría funcionar un sistema de zonas diferenciadas donde se permitan solo ciertos usos, evitando que se mezclen náutica recreativa con atraque de cruceros, por ejemplo. El mejor mantenimiento de la zona también preocupaba a esta asociación, que desarrolló un proyecto para darle una nueva vida a la antigua estación marítima, ahora en desuso.
Cada asociación o sector vinculado al puerto tiene una visión que depende de lo que se decide en la mesa de Autoridad Portuaria. ¿Pueden tener ahora mejor salida esas demandas? La interinidad de los nuevos cargos deja la sensación de impás, de una necesaria espera. ¿Hasta cuándo?
