Desde el pasado mes de marzo, con el decreto de estado de alarma, los cines Ocimax de Maó no han abierto sus puertas. Los cines de Ciutadella lo intentaron pero hace quince días que se vieron obligados a cerrar. Además de las normas sanitarias, como la restricción en el aforo para mantener la distancia social, uno de los problemas era la prohibición de consumir comida y bebida en las salas. Este viernes el Govern balear ha levantado esta medida “siempre y cuando no superen el 45 % por ciento de la capacidad permitida en cada sala”.
El Govern recuerda que “en todo caso, la distribución del público asistente procurará la máxima distancia posible entre personas, favoreciendo la agrupación de personas convivientes. Los espectadores llevarán mascarilla protectora en todo momento, salvo en el momento preciso de la consumición“.
Es una de las resoluciones que ha anunciado la Conselleria de Salud y Consumo para flexibilizar algunas de las medidas adoptadas para prevenir los contagios de Covid-19 en las islas.