Según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el estallido de la crisis sanitaria dejó en 1.788 el número de operaciones inmobiliarias durante los meses de abril, mayo y junio, lo que representa una caída del 43 por ciento respecto al trimestre anterior y de un 65 por ciento en relación a 2018, cuando el archipiélago sumó 5.097 operaciones.
Fue el año reciente que más alegrías dio durante el segundo trimestre, seguido de 2017 (5.012), 2016 (4.336), 2019 (4.016), 2015 (3.306), 2014 (2.548), 2011 (2.303), 2013 (2.113) y 2012 (2.081). En la década anterior, las cifras fueron incluso mejores anotándose 6.580 transacciones en 2006, 6.317 en 2017, 5.853 en 2005, 4.916 en 2004 y 3.695 en 2008, fecha de inicio de la crisis financiera. De hecho, un año después, en 2009, el número de compraventas también sufrió una notable bajada hasta las 2.368.
Se verá, en cualquier caso, que la cifra del presente año es la más baja que se registra en un segundo trimestre de toda la serie histórica de la estadística que elabora el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y que arrancó en 2004.
DESPLOME TAMBIÉN EN EL RESTO DEL PAÍS
A nivel nacional, la pandemia provocó el hundimiento del 47 por ciento de estas transacciones, con 78.972 compraventas de vivienda, una cifra lejana a las 149.600 operaciones que se daban en el mismo periodo del año anterior, y que suponen los números más bajos en siete años.
Por antigüedad, la práctica totalidad de las operaciones correspondieron a viviendas de segunda mano, con el 87 por ciento del total.
En este caso, las compraventas se desplomaron un 50 por ciento en el segundo trimestre del año hasta las 65.576 operaciones y cedieron un 35 por ciento en tasa intermensual, de acuerdo con los datos de Ministerio.
Por su parte, las transacciones de vivienda nueva cayeron más del 25 por ciento hasta las 9.858, mientras que con respecto al trimestre anterior lo hicieron un 4,3 %.
En el segundo trimestre del año, las compraventas de vivienda libre fueron las predominantes con un total de 75.434 operaciones, el 47 % menos que un año antes y un 32 % inferior al trimestre anterior. Unas caídas con las que marcó mínimos desde 2013.
Por su parte, la vivienda protegida sumó 3.538 compraventas, lo que representa una caída interanual del 39 % y del 23 % con respecto al arranque de 2020.
Por nacionalidad del comprador, los residentes en España protagonizaron 78.526 compraventas de vivienda: 69.145 a manos de españoles (el 28 por ciento menos que un año antes) y 9.381 por parte de extranjeros (lo que arroja un recorte del 52 por cien).
Además, entre abril y junio se contabilizaron 244 operaciones por parte de extranjeros no residentes, el 39 % menos que en el mismo periodo de 2019.
Pese a todas estas caídas, el importe medio de las compraventas de vivienda libre se encareció un 10,3 % con respeto al segundo trimestre de 2019 y se situó en 170.970 euros, la cifra más alta en diez años.
