El Llatzeret de Maó acoge este largo fin de semana, del 10 al 12 de octubre, la segunda edición del Congreso de Ornitología de las Tierras de Habla Catalana. Es un encuentro que sirve para presentar los últimos trabajos de los diferentes investigadores, grupos ornitológicos y entidades de este territorio.
Participan un total de 140 personas ya que las restricciones por la Covid-19 impiden asumir más especialistas a pesar de que la demanda de inscripciones era superior. El tema central, al ser
Menorca una isla, serán las aves marinas. Entre ellas estará la baldritja balear, una especie endémica de las islas cuya extinción se prevé para 2050 si no se toman medidas drást6icas de protección.
Otro aspecto que se analizará es cómo ha afectado la Covid-19 a las aves. No se trata de una cuestión baladí. Su comportamiento ha variado entre el periodo de confinamiento humano y cuando la gente pudo volver a salir. Raul Escandell, portavoz del Institut Menorquí d’Estudis, explica que algunas aves aprovecharon el confinamiento humano para criar en zonas en donde acostumbra a haber humanos pero que en ese momento estaban vacías. Eso motivó que, al acabar el estado de alarma y salir de nuevo la gente, se interrumpiera bruscamente esta fase de la reproducción y muriesen los polluelos.
En Menorca se valora muy positivamente el acoger este evento ya que supone un reconocimiento implícito al cuidado que tiene la isla con su territorio y su fauna, mucho más abundante que en
otros puntos de la geografía.