Hasta cinco aparatos diseminados en el aeródromo menorquín permitirán salvar la vida a quienes padezcan alguna sintomatología cardíaca adversa mientras estén en tránsito por la instalación menorquina. Telefónica empresas se ha encargado de la instalación que tiene un moderno sistema de monitorización que guía a la persona que acude a utilizar la unidad, además de que se conecta de manera inmediata con los servicios de urgencia para que se reduzca el tiempo de actuación, algo esencial para garantizar que todo resulte un éxito.
La tecnología móvil se ha incorporado en estos equipos y los hace mucho más efectivos en su cometido. El desfibrilador realiza una evaluación del estado de la víctima y aplica la descarga eléctrica oportuna sólo a partir del momento que se precisa.
La muerte súbita cardiaca es la pérdida brusca de pulso y conocimiento, originada por un fallo inesperado de la capacidad del corazón para bombear eficazmente sangre al organismo. La mayoría de estos episodios de parada cardiaca se deben a una alteración en la conducción eléctrica del corazón originados por un trastorno llamado fibrilación ventricular, en el que el corazón tiene actividad caótica. Sólo se puede revertir si se aplica una descarga eléctrica entre los 3 y 9 minutos siguientes al inicio de los síntomas.
Cada minuto que pasa, las posibilidades de sobrevivir descienden entre un 7 y un 10%. La dificultad para acceder en tan poco tiempo a un desfibrilador explica que sólo sobreviva un 5% de las víctimas de muerte súbita.
Estos desfibriladores semiautomáticos pesan en torno a 2 kilos y cuentan con capacidad para administrar hasta 30 descargas. El Servicio Integral de Cardioprotección suministrado por Telefónica introduce un nuevo concepto de prevención en materia de sanidad destinado a impulsar el acceso público a la desfibrilación como principio fundamental para mantener la cadena de supervivencia de las personas que sufren un paro cardiaco. Comprende todos los pasos para conseguir espacios cardioprotegidos: monitorización por parte de Telefónica, mantenimiento 24/7 y mantenimiento remoto y presencial, equipos, instalación, formación, acuerdo con los servicios de emergencia o control de caducidades.
Cada año se producen en España (datos de 2018) unas 30.000 muertes súbitas, es decir, un fallecimiento inesperado y repentino de una persona aparentemente sana cuya principal causa es una arritmia. Eso provoca una parada cardiaca. La posibilidad de sobrevivir cuando se produce en un espacio público como un aeropuerto se sitúa entre un 5 y un 10 %. Ese mismo dato en el norte de Europa ronda el 30%, en parte por la disposición de unidades como desfibriladores y después por una mejor formación del uso de estos aparatos.
La muerte súbita es un fenómeno socialmente dramático, ya que se trata de un fallecimiento que a menudo ocurre en gente joven que 24 horas antes del evento cardiaco se encontraba aparentemente bien.