12 de octubre verdaderamente extraño. ¿Cómo lo viven en la Comandancia? ¿Cómo lo vive usted, personalmente?
En la Comandancia y en todo el conjunto de la Zona se vive con responsabilidad y siendo conscientes del momento difícil que estamos padeciendo en España y en todo el mundo debido a la pandemia global provocada por el virus Covid 19. Para nosotros el 12 de Octubre es un día muy significado. Es el día en el que agradecemos a la sociedad su compromiso y colaboración con la Guardia Civil, es el día en que hacemos balance del año, también es el día en que el Mando de la Unidad agradece a sus guardias civiles la labor realizada y se imponen aquellas condecoraciones más distinguidas por los servicios ejemplares. También es el día en el que recordamos a nuestros caídos y tenemos un momento de recogimiento pensando en ellos pero fundamentalmente agradeciendo la labor que realizaron y el sacrificio que dieron por nuestro País. En ese acto también aprovechamos para invitar a todas las autoridades de la Comunidad Autónoma, a nuestros familiares, a los amigos y por supuesto es el día en que nos reencontramos con nuestros guardias civiles retirados a los cuales también homenajeamos. En fin, es un acto que transciende más allá de las galas y de la vistosidad del mismo.
Este año por las razones expuestas la Directora General de la Guardia Civil decidió con buen criterio que se realizara un acto único en la sede la cabecera de la Zona o Comandancia. Un acto sencillo, sin invitados, con una pequeña representación de todas las escalas que conforman la Guardia Civil. Este acto lo realizamos el pasado día 9 de octubre y fue un acto austero pero cargado de emoción por el pensamiento hacia nuestros compañeros fallecidos en el último año y por las circunstancias vividas por toda la sociedad en este último año.
En cuanto a mí, personalmente lo vivo de manera recogida, pensando en mi padre ya fallecido que también fue oficial de la Guardia Civil, y que marcó una impronta en mí y en mis hermanos también coroneles del Cuerpo y que me sirve de referencia para muchas de las actuaciones de mi vida. Este año no podré celebrarlo con mi familia pero sin duda lo haremos en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan.
¿Cuál ha sido y es el papel de la Guardia Civil durante la pandemia?
La Guardia Civil de las Islas Baleares ha prestado y sigue prestando un papel importante durante la pandemia. Durante los meses de confinamiento decretado por el estado de Alarma nuestra misión consistió en comprobar que la ciudadanía cumplía con las medidas impuestas por la autoridad sanitaria, explicando a los ciudadanos en cada momento dichas medidas y llegado el caso proponiendo para sanción a aquellas personas, pocas afortunadamente, que decidían incumplirla de manera consciente. Pero también la Guardia Civil, coordinándose con las diferentes policías locales de las Islas, fueron capaces de llegar a los más necesitados, ayudando a todas aquellas personas que estaban aisladas en zonas de difícil acceso, acudiendo a las residencias de mayores para ponerse a su disposición y prestar las ayudas que necesitaban así como siempre en auxilio de los colectivos vulnerables. Nuestras Unidades realizaron cientos de desinfecciones en locales oficiales, centros sanitarios, centros de mayores, aeropuertos, puertos etc.
Creo que ha sido una gran labor la que han realizado los guardias civiles de las Islas y por lo que me transmiten las diferentes autoridades y organismos ha sido bien valorada por los ciudadanos de las Islas.
Vivo este 12 de octubre de manera recogida, pensando en mi padre ya fallecido que también fue oficial de la Guardia Civil, y que marcó una impronta en mí y en mis hermanos también coroneles del Cuerpo
De todos los servicios ejercidos durante el estado de alarma, ¿de cuál se siente especialmente orgulloso?
Es una pregunta difícil ya que como Jefe de la Zona me siento orgulloso de todos los servicios que se prestan y los considero todos como necesarios en el conjunto. Pero si tuviera que decantarme por algo sería por las visitas a las personas que se encuentran en zonas más aisladas y que en muchas ocasiones las únicas personas a las que tenían ocasión de ver y hablar durante uno minutos eran a nuestras patrullas, las cuales les servían no solo de alivio mental sino en algunos casos de auxilio para la compra de medicinas o productos de primera necesidad de difícil adquisición en esas zonas tan alejadas.
A falta de turistas, el esquema de seguridad tradicional durante el verano ha cambiado. ¿En qué ámbitos se han tenido que actualizar? ¿Cómo han enfocado la temporada?
En realidad el esquema de seguridad no ha cambiado, hemos mantenido el mismo que en otros veranos pero con la circunstancia de menos ciudadanos a quien prestar ese servicio. Aun es pronto para hacer el balance de los hechos ocurridos durante esta extraña temporada turística pero yo diría que la tipología de los delitos ha sido la misma en mucha menor cantidad, han aumentado algo las agresiones provocadas en riñas o peleas en la calle que creemos puede estar relacionado con la tensión provocada durante los meses del confinamiento.
Este verano han aumentado algo las agresiones en riñas o peleas en la calle. Creemos que está relacionado con la tensión provocada por el confinamiento
El descenso del tráfico es otra consecuencia del momento que vivimos. ¿Se adapta este departamento a ello? ¿Cómo?
Sí, como es lógico los accidentes han disminuido de manera significativa en este último año, fundamentalmente en los meses del estado de Alarma y también en la época estival donde ha habido muchos menos movimientos debido a la falta de turismo.
El Sector de Tráfico trabajó durante los meses de confinamiento de manera coordinada y eficaz con las unidades de seguridad ciudadana en la comprobación de la movilidad de las personas, haciendo una gran labor de concienciación. En la actualidad mantienen sus misiones como habitualmente y prestan los apoyos que se les solicita en aquellos servicios relacionados con las medidas impuestas por el Govern de las Illes Balears.
La crisis sanitaria y económica no perjudica –de hecho, parece que potencia- el tráfico de drogas como la marihuana: barata y fácil de cultivar. ¿Le preocupa? ¿Qué consecuencias sociales puede traer? ¿Veremos muchas operaciones de estupefacientes este otoño-invierno?
Sí, efectivamente ha sido una de las sorpresas tras el confinamiento. Como sus lectores habrán tenido la oportunidad de leer rara es la semana en la que no se realiza alguna operación anti drogas y fundamentalmente las relacionadas con el cultivo ilegal de marihuana.
Los meses de confinamiento han hecho perder mucho dinero a las redes dedicadas a la venta y distribución de esta droga debido al control de la movilidad, este hecho ha originado la aparición de un nuevo modelo delictivo: el cultivo indoor en casas y locales para cultivo propio y en algunos casos la venta al por menor en las proximidades. Las consecuencias del consumo de sustancias estupefacientes son de todos conocidas, además de la dependencia afecta a la conducta, al estado de ánimo y a las percepciones generando estados de depresión, ansiedad, violencia etc.. Esto se traduce posteriormente en conductas delictivas, accidentes de tráfico, violencia de género (VIOGEN) y un sinfín de problemas que deben resolver nuestros agentes en su labor cotidiana. Sí nos preocupa, y nuestras Unidades de Investigación ya han realizado un planeamiento para intentar minimizar estos cultivos. Creo que, desafortunadamente, sí veremos bastantes operaciones antidrogas durante el otoño y el invierno.
Pero no solo el cultivo indoor de sustancias estupefacientes ha sido novedoso como conducta delictiva asociada a la pandemia también las estafas por internet se han visto incrementadas considerablemente lo que impone que nuestras Unidades sigan perfeccionando su trabajo en materia de ciberseguridad.
Consumir drogas afecta al estado de ánimo, genera depresión, ansiedad y violencia y esto se traduce en conductas delictivas, accidentes de tráfico y violencia de género
Otro asunto de actualidad es la inmigración ilegal vía marítima, en notable auge en nuestro territorio. ¿Es uno de los grandes retos a los que se enfrenta esta comunidad? ¿Le preocupa?
La inmigración ilegal por vía marítima es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta nuestro país. Es una cuestión que abarca muchos frentes, complicados todos, y donde no es fácil dar con la solución adecuada. A la Guardia Civil de las Islas Baleares nos preocupa en tanto en cuanto son personas que arriesgan su vida en pequeñas embarcaciones en un mar que no siempre está en las mejores condiciones de navegación.
Nuestra labor consiste en la detección de estas embarcaciones para proceder a su rescate en las mejores condiciones posibles y entregarlas a la Policía Nacional competente en materia de extranjería.
Es difícil interpretar este año el aumento de las llegadas a nuestras islas. Esta dificultad radica precisamente en las circunstancias que vivimos por la pandemia, que ha originado entre otras medidas sanitarias y de control de la expansión del virus la paralización transitoria de los Centros de Internamientos de Extranjeros de la Península y la suspensión temporal de algunos de los acuerdos de repatriación que España mantiene con los países de origen. Creo que es pronto para establecer como hecho el que se pueda convertir en un gran reto para la Comunidad Autónoma.
En cualquier caso es remarcable la gran labor realizada por la Policía Nacional en esta materia y por la Delegación del Gobierno coordinando e impulsando, con otras administraciones y organismos competentes en la materia, soluciones a estas llegadas masivas en estos momentos de crisis sanitaria.
Es difícil interpretar este año el aumento de las llegadas a nuestras islas
¿Cómo es la relación con los demás Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en las islas? Desde que está usted al frente y Gonzalo Espino en Jefatura del CNP trasciende una imagen de gran colaboración…
Las relaciones con la Policía Nacional en las Islas Baleares yo la calificaría de muy buena, más allá de los problemas puntuales que en algunos momentos pueden aparecer. Cuentan con un gran elenco de buenos profesionales a la cabeza que facilitan la coordinación entre ambos Cuerpos.
Las relaciones con la Policía Nacional en Baleares son muy buenas
Asimismo tenemos una excelente relación con la práctica totalidad de las policías locales que se ha visto incrementada durante los meses del Estado de Alarma donde se nos dio por parte de la Autoridad de Interior un carácter de coordinadores con respecto a sus actuaciones.
Mi relación personal con el Jefe Superior Gonzalo Espino es excelente y muy estrecha, prácticamente todos los días hablamos dos o tres veces, algo que creo beneficia al trabajo que realizan ambos cuerpos. El Comisario Espino es conocido, y reconocido, por sus grandes dotes de diplomacia y mano izquierda para tratar problemas lo que facilita la rápida y eficaz colaboración. Esta eficacia es la que demandan los ciudadanos a la Guardia Civil y a la Policía Nacional y es nuestro deber y obligación trabajar para su consecución.