Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado lunes 12, cuando el presunto autor, un hombre de 47 años que tiene antecedentes por hechos similares, forzó una ventana que daba acceso a una oficina y sustrajo una caja fuerte del interior de un centro religioso de Maó.
Al día siguiente, una vecina de la zona encontró una caja fuerte en el interior del patio de su vivienda que había sido arrojada por encima del muro que separa este patio de la vía pública y se confirmó que era la sustraída el día anterior.
Gracias a la colaboración vecinal y a las investigaciones por parte de los agentes de la Policía Nacional de Maó, el hombre fue detenido el pasado viernes como presunto autor de un delito de robo con fuerza.
… de lo que se deducen un par de hechos muy curiosamente relevantes… por un lado, el ser muy religioso no significa en absoluto dar la oportunidad a la divina providencia de guardarles de los robos, se ve que diosito no sirve a la hora de proteger a sus fieles, visto que encesitan de escondrijos tales como complicadas cajas fuertes muy mundanas y nada celestiales… por otro lado, el ladrón no es un iluso, sabe dónde se encunetran los dineros, a buen recaudo dentro de los centros que lo recolectan, es decir, las sectas religiosas, siempre ávidas del vil metal de “este” mundo, siempre dispuestas a recolectarlo entre su sumisa grey, que si diezmos, que si cepillos, que si subvenciones municipales, que si mordidas del impuesto y lo que la gente dé para caridad vía su pantalla Cáritas y similares, para poder gestionarlo ellos, las iglesias, para lo cual necesitan claro, de una aparatosa caja fuerte, que no parece haber detenido al maligno, oupss… o debería haber dicho a Robin?