Los ayuntamientos de Maó, Es Castell y Sant Lluís anuncian una nueva normativa común para al circulación de vehículos de movilidad personal (VMP) en los tres municipios. A pesar de la multitud de dispositivos de este tipo existente, el objetivo es poner coto al descontrol existente en el uso de patinetes eléctricos que se utilizan para pequeños desplazamientos por la isla.
Según los alcaldes se quiere regular una situación que actualmente se encuentra en un vacío legal y, así, permitir una mayor seguridad tanto a las personas que se desplazan en estos tipos de vehículos, como a los peatones y otros actores de la movilidad.
Maó y Sant Lluís aprobarán esta semana las ordenanzas, mientras que Es Castell está ultimando los detalles administrativos para poder dar luz verde también a la misma normativa.
Como normas fundamentales se establece la prohibición de circular por aceras, zonas peatonales y suelo de pavés. También se prohíbe la circulación en sentido contrario a los vehículos. En el resto de zonas sí se podrá circular en el ámbito urbano aunque con limitaciones en la velocidad según el tipo de vía. Así, en los carriles bici no se podrá ir a más de 20 Km/h o a velocidad de peatón en una calle residencial, por citar dos ejemplos.
Para poder conducir un VMP se requerirá el uso de un casco homologado, llevar elementos reflectantes y un timbre, disponer de un seguro de responsabilidad civil y tener 15 años o más.
Las infracciones podrán ser leves, con sanciones de hasta 100 euros, graves, con multas de entre 101 y 200 euros y muy graves que podrían suponer hasta 500 euros. Entre estas últimas se encuentran el ir sin seguro o exceder en más de un 50% la velocidad permitida.
