Rosalinda era una gata de colonia, castrada por la Protectora de Animales de Ciutadella y muy querida por las voluntarias que cuidaban de ella. Ha muerto por el disparo de un perdigón de 5mm que le realizó un “vecino de la calle Santa Bárbara” que, al parecer se dedica a disparar desde su casa con un arma de perdigones a los gatos de la zona. Así lo ha contado con tristeza la Protectora a través de sus redes sociales alertando a las personas que tienen gatos y en un intento de encontrar más testimonios para presentar más denuncias ante la Policía Nacional.
Algunas personas han respondido al post de la Protectora de Animales contando hechos similares que les han sucedido a sus gatos.