El dos de septiembre pasado un Juzgado de A Coruña declaró “la nulidad de la donación efectuada en 1938 de la finca denominada Torres o Pazo de Meirás al autoproclamado Jefe del Estado, Francisco Franco Bahamonde, por carecer del requisito esencial de forma”. Se trata de una sentencia que, en base a la ley, se podía haber dictado, por ejemplo, tras la victoria del PSOE en 1982.
Antes de ayer, siete de noviembre, supimos que los condenados a devolver el Pazo estaban iniciando una mudanza tal que requería medio centenar de camiones. Solo tras conocerse el peligro actuó el Gobierno, y ayer supimos que hoy, lunes, pediría medidas cautelares a la jueza, que las ha dictado acto seguido. Al igual que con el caso de la sentencia, el Gobierno podía haber solicitado las cautelares el mismo dos de septiembre, pero no lo hizo.
Aunque podría, este Gobierno tampoco está haciendo nada para que miles de legítimos propietarios, o sus herederos, recuperen lo que les fue incautado durante y después de la guerra civil a punta de pistola.
Todo esto ocurre porque gobernar España obliga demasiado. Por ejemplo, a que este país siga siendo un río revuelto en el que se lleven la mejor pescada quienes menos escrúpulos demuestran, especialmente si presentan la marca genética del “autoproclamado” o están acreditados como beneficiarios de sus crímenes o de la restauración monárquica. Como negarlo, con lo que ahora sabemos del “emérito”. ¿Debe seguir sin importarnos que el futuro nos saque los colores por la vista gorda, o inviolabilidad consentida, que seguimos practicando en el presente?
… dos consideraciones… primera, no es casualidad que se recupere el pazo ahora y no durante los años ochenta, como tampoco es casulidad que se saquen los pútridos restos del dictador del valle de los caídos precisamente ahora y no hace diez años… y es que ahora en el gobierno tenemos por fin a la izquierda, a la de verdad, no a la pseudoizquierda moderada que vota con la derecha cuando se tocan cosas sensibles, como evitar que se investigue al emérito, ese eufemismo para no nombrar la palabra rey padre o ex-rey… y segunda, Podemos hace lo que puede, pero entre los palos en las ruedas de sus socios de gobierno, los socialistas, y lo enquistados que están los lobbies de presión apesebrados en la órbita de gobierno -taurinos, conferencia episcopal, lobbie armamentístico, ultraderecha ultramontana-, cada pequeña victoria como lo del pazo y lo del ataúd tigretón, como que hay que valorarlo en su justa medida… y desde aquí, recordarles que ya toca, hay que declarar la guerra al estado extranjero integrista teológico dictatorial vaticano, que lleva su injerencia en nuestro país hasta extremos que ni a los yankees les permitimos, y eso que tienen bases en nuestro suelo… es la única manera de obligarles a derogar el dichoso concordato de las narices… y tranquilos, no hay que tener miedo a fantasmas, no tienen a dios de su lado… dios no existe