Sólo en 2019 hubo más de 30.000 reclamaciones en nuestro país entre los sectores de la telefonía y los servicios postales. Ambos claves en 2020 al ser activos en plena pandemia, con y sin confinamiento de por medio.
Las quejas más habituales se sitúan en cobros de facturas pese a que se haya tramitado la baja de una compañía, cargos adicionales en las facturas de telefonía, problemas al pedir la portabilidad, penalizaciones improcedentes por incumplimiento del compromiso de permanencia, suscripciones a servicios premium o pagos a terceros, por poner algunos ejemplos.
En el último quinquenio, todo el sector de la telefonía y telecomunicaciones han aglutinado la mayoría de quejas y denuncias por parte de los consumidores. Junto a él, los servicios postales reciben por número de quejas un puesto destacado en los registros de consumidores enfadados.
A la zaga le siguen los transportes y los bienes de consumo. Los incrementos de precio de las tarifas aéreas son bien conocidas en las islas. Este verano pasado hubo casos en los que los cambios eran tan repentinos y pronunciados que levantaron una ola de protestas. Incluso los abogados de un portal de comparador de precios consiguieron que un juez de Palma diera por bueno que terceras personas pudieran interceder en la reclamación a una compañía, cosa que había políticas de empresa que intentaban impedir.
Además de los precios, tanto cancelaciones como retrasos han seguido marcando las principales denuncias de los pasajeros, pero no solo en cuanto a transporte aéreo. Los transportes públicos o el alquiler de vehículos también se enmarcan entre los sectores que más quejas en consumo han recibido a lo largo de los últimos tiempos.
Según la OCU, las empresas que registran los primeros puestos en cuanto a quejas son Vodafone, Movistar y Orange, que podrían haber realizado subidas a cambio de servicios que sus clientes no han solicitado.
De las reclamaciones recibidas y teniendo en cuenta que no siempre el consumidor solicita a la empresa una devolución de dinero, la cantidad total de dinero que se ha reclamado utilizando la plataforma online de la Organización de Consumidores y Usuarios hasta diciembre de 2019 ascendía a un total de 17.240.555 euros.
Con el efecto COVID, el consumo se centra en sectores como los de transporte de mercaderías, telecomunicaciones y bienes de consumo adquiridos online, lo que los mantiene en el top de reclamaciones.
