Menorca dispone de 3.191 puntos de anclaje para que puedan fondear barcas de forma simultánea. Así consta en el estudio sobre la capacidad de carga del litoral balear que ha presentado este jueves el conseller de Territori, Marc Pons. Este documento es necesario para la redacción del Plan General del ente público.
Este análisis, pionero en el ámbito nacional e internacional, ha sido realizada por el Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Baleares (SOCIB) con el objetivo de estimar la capacidad náutica de las embarcaciones de recreo en las zonas de anclaje de las Illes Balears.
Marc Pons explicó que del estudio elaborado por el SOCIB y los datos de Ports IB sobre el número de amarres, se puede concluir que el litoral menorquín podría registrar 3.191 anclajes simultáneos para dar cobertura a las 2.000 embarcaciones que en un día de máxima afluencia navegan a la isla. En el conjunto de las Islas, el escenario sobre la capacidad náutica es de cerca de 22.000 puntos de fondeo por una media de 12.000 embarcaciones en un día de máxima afluencia.
Este ejercicio teórico se ha realizado desde un punto de vista físico y teniendo en cuenta diferentes escenarios espaciales y varias hipótesis de anclaje, cada una de ellas ligadas a la preservación del medio marino y el bienestar de los usuarios.
Los resultados de esta investigación permitirán adaptar el dimensionamiento y el enfoque de las propuestas de actuación del Plan General que Ports de les Illes Balears está redactando actualmente.
El estudio ha analizado las zonas de posible anclaje en las Illes Balears, ha establecido unas hipótesis de distancias adecuadas entre embarcaciones ancladas y calculó la capacidad de embarcaciones que cabrían dentro considerando dos escenarios marinos: fondo arenoso y fondos con Posidonia oceánica.
En paralelo al desarrollo de este estudio, Ports de les Illes Balears ha realizado varios cálculos para intentar dimensionar la oferta de amarres y la flota actual de embarcaciones de recreo en las Islas Baleares.
En nuestro archipiélago, el número de amarres es de 24.200 aproximadamente, lo que representa algo más del 5% del total de los amarres del mar Mediterráneo y el 17% del total de España.
Por otra parte, según los criterios utilizados por parte de Ports y si se suman las embarcaciones que ocupan amarres (en puerto base y en tránsito) así como las que quedan fuera del agua, se puede concluir que actualmente hay cerca de 30.000 embarcaciones en nuestra comunidad.
Sin embargo, dado el bajo índice de actividad de este tipo de embarcaciones, en un día de ocupación máxima se podría considerar un coeficiente de simultaneidad del 40%, lo que supondría que podría haber cerca de 12.000 embarcaciones navegando en el mismo momento en el litoral de las Islas Baleares.
En el caso de Menorca, el litoral isleño podría registrar 3.191 anclajes simultáneos para dar cobertura a las 2.000 embarcaciones que en un día de máxima afluencia navegan a la isla.
Hay que tener en cuenta que Menorca tiene un parque de amarres considerable (4.099 amarres según el inventario realizado por Ports IB en el marco de la redacción del Plan General de Puertos) pero también recibe una importante cantidad de embarcaciones en tránsito .
El consejero Marc Pons ha destacado que a pesar de que se dé una situación de cierto equilibrio entre la capacidad de fondeo y el número de embarcaciones, no puede haber un crecimiento como el que se ha producido en las últimas décadas.
Por ello, el consejero ha reiterado en Menorca que los resultados indican que el planteamiento de futuro debe ser de mejora de la gestión actual de los puertos y no de su crecimiento o ampliaciones.
Ha añadido el consejero que otra cosa es valorar necesidades concretas de ámbito local como, por ejemplo, la habilitación de rampas de varada o marinas secas.
La conclusión es que el sector de la náutica deportiva en las Illes Balears es un mercado maduro, con un margen de crecimiento limitado una vez constatada la importante carga que actualmente soporta el litoral balear. Esta idea es, por tanto, el punto de partida sobre el que Ports está desarrollando las propuestas de trabajo del Plan General, un instrumento de planificación que establecerá los criterios que determinarán la evolución del sistema portuario autonómico para los próximos quince años (desde 2018 hasta 2033).
Así, la línea que seguirá el Plan es la de plantear medidas que puedan resolver las carencias que pueda tener el sistema portuario balear, mejorando y optimizando el funcionamiento de las instalaciones portuarias existentes sin necesidad de hacer ampliaciones ni construir nuevos puertos, por integrar cada zona portuaria a los núcleos urbanos y facilitar el acceso universal a la mar por parte de residentes y visitantes.