Hemos asumido que fuente de energía limpia y renovable es sinónimo de energía solar y eólica. Pero apenas se cita al hidrógeno porque se asume que el coste de obtención no compensa. Vamos a ver qué hay de cierto.
Para empezar conozcamos un poco mejor al hidrógeno: es el primer elemento de la tabla periódica, el más ligero que existe. Su átomo está formado por un protón y un electrón y es estable en forma de molécula diatómica. En condiciones normales se encuentra en estado gaseoso, y es insípido, incoloro e inodoro.
El gas hidrógeno es altamente inflamable y se quema en concentraciones de 4 % o más en el aire. Cuando se mezcla con oxígeno en una variedad de proporciones, de hidrógeno explota por ignición. Por eso es uno de los combustibles que utilizan hoy en día muchos cohetes espaciales en el despegue. Además es el elemento que más abunda en el universo.
En Lloseta (Mallorca) tienen en marcha un ambicioso proyecto de reconversión de una antigua empresa cementera en un lugar donde se destile hidrógeno a partir de agua, es la iniciativa Green Hysland. Una reciente jornada de trabajo presentaba a diferentes expertos que planteaban la viabilidad de esta idea. Uno de los principales escollos es el de quien se arriesga con algo que es caro y novedoso. En este sentido hay un buen entendimiento a nivel público-privado y es un esperanzador punto de partida. La administración quiere hacer reales sus previsiones de descarbonización y el hidrógeno es la apuesta rápida para conseguirlo si se lanzan con la opción de Mallorca. La ciencia y la técnica demuestran que este proyecto es viable. Entonces, ¿a qué esperan?. La respuesta está en camino; hay que seguir trabajando en la reducción de costes. Así como se ha conseguido ya en la obtención de energías fotovoltaicas o eólicas, que han mejorado mucho los ratios de rendimiento por kilovatio en los últimos años, ahora se está trabajando por conseguirlo también a nivel del hidrógeno.
Los objetivos de Green Hysland es producir 300 toneladas de hidrógeno al año (más fáciles de almacenar que opciones fotovoltaica o eólica) y que tendría una salida más fácil en campos como el del transporte pesado o la industria térmica.
La producción de hidrógeno se diferencia por colores: El hidrógeno gris, el más utilizado actualmente en las industrias químicas o refinerías de petróleo, es el menos respetuoso con el medio ambiente porque para crearlo se utilizan combustibles fósiles. El hidrógeno azul sigue requiriendo de combustibles fósiles pero emite menos carbono, pues este se retira con un método llamado “captura y almacenamiento”. La opción más ecológica es el hidrógeno verde que utiliza para su producción energías renovables, una alternativa 100% sostenible que, sin embargo, es la menos común del mercado a día de hoy.
Los expertos avanzaron que en España hay 17 teravatios hora de consumo de hidrógeno gris y que la previsión es que en 2030 se multiplique por 20. El problema ahora mismo es que es más caro de producir (6-7 euros el kilogramo) que el hidrógeno fósil (1,5-2,5 euros), y por eso se están poniendo los esfuerzos en reducir los costes. Paralelamente, lo que va a implicar este proyecto va a generar puesto de trabajo y riqueza.
