Menorca no ha contemplado el puente de diciembre como un referente para el sector turístico, pero en un año 2020 donde las cifras de resultados son más que malas, no hay que despreciar ninguna oportunidad. Si bien es cierto que con las restricciones perimetrales de la mayoría de comunidades autónomas y con semáforos de COVID rojizos por el mapa de Europa, solo el turismo interislas podría otorgar alguna posibilidad.
Los establecimientos hoteleros de Menorca se solidarizan con la campaña que acaba de lanzar la patronal madrileña donde exponen que la administración debe acompañar al tejido empresarial de manera que si no se registra actividad, tampoco se apliquen impuestos a dicha actividad. La Asociación hotelera de Menorca ASHOME recuerda que llevan pidiendo esto mismo desde el inicio de la pandemia y que sin el apoyo justo al sector, las empresas que queden en pie serán muy pocas.
En datos globales, las reservas hoteleras en España para este puente han caído un 93% y las campañas que promueven activar a los hoteles viene acompañados de eslóganes como “escápate en tu propia ciudad”. Los servicios de restaurantes y SPA’s asociados a los establecimientos son el gancho que intenta motivar a los posibles clientes a regalarse una estancia que les permita desconectar.
El recuento de los datos que publica el SIT (Sistema de indicadores de turismo) muestra que los datos de reservas y facturación bajan de manera pronunciada al mismo tiempo que acaba el verano y sube la incidencia del COVID, a las puertas de la segunda ola y que se cancelan las conexiones aéreas con el extranjero. Los municipios más turísticos de Menorca son los que mostraron un mayor impacto, tal como avanzó Menorcaaldia en su momento, con caídas de afiliación superiores al 30% en los primeros trimestres en Es Migjorn, Es Mercadal o Sant Lluís.
