El acuerdo ha supuesto un ligero alivio para las bolsas. Recordemos que el IBEX perdió un 3% hace unos días con el primer amago de no-acuerdo. Pero en Nochebuena se consiguió. Aún no se conocen todos los detalles. A grandes rasgos se puede decir que muchas de las aristas de esta salida del Reino Unido de la Unión Europea no cambia sustancialmente en gran medida la manera de trabajar que había hasta el momento. Sí que habrá mayores controles fronterizos en cuanto a la circulación de personas y mercancías pero no se impondrán más o mayores aranceles a priori. Decimos a priori porque el acuerdo impone revisiones periódicas de cómo será la relación entre los súbditos de su Majestad y los europeos.
A nivel del sector turístico había mucho interés en saber cómo quedaría este acuerdo para establecer el flujo de turistas en temporada alta. Las primeras noticias de este acuerdo in extremis ha confirmado que se garantizarán los derechos de los pasajeros y de las conexiones entre países, si bien para estancias iguales o superiores a 90 días se deberá disponer de un visado. Los controles fronterizos se harán más complejos y tendrán más requisitos, incluidos los que afectan propiamente a los sanitarios de nueva implementación (pruebas de vacunación o pruebas PCR). También será necesario tener un pasaporte válido para poder entrar o salir.
Se va a promover una conectividad continua y sostenible por todos los canales (no solo aéreo). Se va a vigilar de cerca que se garantice la competencia en igualdad de condiciones. El acuerdo va a hacer más lenta la entrada y salida de pasajeros por los nuevos controles aduaneros a partir del 1 de enero. Destacado es la garantía de derechos, incluidos los relativos a Seguridad Social, que se mantienen según el acuerdo de salida del pasado 2019.
Eso afecta a ciudadanos de la Unión Europea que trabajan, viajan o van al Reino Unido y al revés. Sin embargo, los británicos no tendrán los mismos derechos que un europeo para circular, vivir, trabajar o estudiar en el territorio de los Estados miembros de la UE. Un Consejo de Asociación Conjunta velará por la buena aplicación del acuerdo y para resolver las dudas que puedan surgir.
Se quiere dar una cierta sensación de que a nivel práctico nada ha cambiado, aunque esto sí tiene que tenerse en cuenta en la letra pequeña. Uno de los ejemplos más claros se ha visto en el tema de la pesca, donde se mantiene la dinámica como hasta la fecha aunque con limitaciones de capturas para los barcos que faenan en zona (hasta ahora) común. El sector de la automoción es también clave y augura pérdidas de productividad tanto dentro del Reino Unido como en el resto de países europeos.