El viento de Tramuntana arrecia y bajan las temperaturas con frentes Atlánticos que cruzan la península y que nos advierten que el invierno vuelve con sus lluvias y días desapacibles. Pero hay muchas diferentes formas de afrontarlo.
Quedarnos en casa (de nuevo) sigue siendo la mejor recomendación. Pero una vez dentro tenemos infinidad de formas de buscar esa temperatura de 21 grados de media que dicen los expertos que es la ideal para estar confortable y no acelerar el cambio climático o el agujero en nuestro bolsillo.
1. Un buen jersey de lana. El cambio de armario debía ya ser una cosa del pasado pero los cambios en la meteorología son a menudo abruptos. Hace solo un par de días hacía un sol primaveral. Las prendas de vestir no solo deben cubrirnos si no que deben ayudarnos a mantener el calor corporal. Según vistamos tendremos que regular más o menos la temperatura en casa y tener la voluntad de ir ligeros de ropa en el hogar a veces no compensa tanto si eso nos obliga a gastar más en calefacción. No haría falta si escogemos bien la ropa con la que nos vestimos. Pijamas de franela o jerseys (no hace falta que sean gruesos) de lana son las mejores opciones. Debido a las propiedades químicas y físicas de esta fibra natural, deja en la cuneta a otros tejidos. La lana es aislante térmico, regula la humedad (algo especialmente interesante en Menorca), es elástica, ignífuga, tiene capacidad para apelmazarse y repele el agua (dentro de ciertos límites).
2. Chimenea. Las estufas, tanto de leña como de carbón, se han ido modernizando hasta el punto de conseguir mejores rendimientos a nivel de temperatura como de consumo de combustible, a veces incluso regulados con termostatos internos que van gestionando el aporte de madera o carbón, lo que las hace más limpias. Sin tener una zona minera cerca, el carbón no resulta tan interesante en Menorca. Respecto a las de madera debemos contemplar las tradicionales en las que es clave escoger bien el tipo de madera que la alimenta y su estado. Nunca se debe quemar madera tratada (pintada o barnizada), tableros de contrachapado, papel de revistas,… La madera debe estar seca. Como la madera se seca de dentro a afuera es recomendable que se apilen los troncos de manera que facilite este proceso y que puede tardar, según el tipo de madera, un año. El problema de quemar madera verde es que genera menos energía y hace más humo, liberando partículas que ensucian la chimenea.
3. Chimenea de pelets. Respecto a las anteriores, la estufa de pellets es más limpia, ecológica y económica a la larga (a menos que tengas asegurado un suministro de leña). El inconveniente de la chimenea tradicional es que precisa de más espacio para tener a mano el combustible aunque también genera más temperatura que la estufa.
4. Electricidad. Las estufas eléctricas son fáciles de instalar, trasladar y utilizar. Son más seguras aunque hay que vigilar cómo las usamos por no disparar la factura. Eso se puede controlar bien con un programador.
5. Estufas de gas. Como las eléctricas, son fáciles de manejar y generan una cantidad agradable de calor.
6. Braseros. Apenas se utilizan. La mayoría de los dramas que han surgido de la mala utilización de este tipo de elementos que se suelen instalar bajo una mesa, aunque corresponden a los antiguos, los que utilizaban brasas encendidas. Los eléctricos modernos son económicos, rápidos y fáciles de utilizar.
Hay más formas de calentar un hogar; bomba de calor, suelo radiante, mejorar el aislamiento de ventanas y puertas, calderas de gasoil. Cada cual ha de sopesar las ventajas o inconvenientes puesto que cada hogar es un mundo.