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La desnitrificadora de agua de Maó se hace esperar

La planta está en fase de pruebas y a la espera de los permisos de Sanidad

Potable, pero no tanto.
Potable, pero no tanto.
El agua de Maó tiene unos niveles de nitratos que aún la hacen potable, pero deberían reducirse. (Foto: PIXABAY)

El problema de la contaminación por nitratos del agua de Maó alcanzó en este 2020 cotas preocupantes. De los 75 análisis a las redes de distribución efectuados entre los meses de enero y noviembre por el Ajuntament de Maó, sólo cinco resultaron buenos con un índice de nitratos de 50 miligramos o menos por litro. Estos resultados aceptables sólo se dieron en la red de agua de Sant Climent, que también obtuvo otros cinco análisis en los que se sobrepasó este límite. En el resto de redes, Malbúger, Llucmaçanes, Turó, Favaritx, Es Grau y Cala Llonga) no hubo ninguna analítica que fuera de 50,0 ó menos.

La zona de Sant Climent es la que ha podido disfrutar de mejor agua con unos índices de nitratos que han oscilado este 2020 entre los 44,2 y los 52,6. La peor agua se detectó en Cala Llonga.  En marzo los nitratos alcanzaron los 74,9 mg/l. Un mes antes fueron 72.0.

Es importante recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que el agua debe tener un índice de 50,0 ó menos miligramos por litro. Pero añade que si el nivel oscila entre los 50,1 y los 100 miligramos el agua sigue siendo potable aunque se desaconseja que la tomen personas con enfermedades crónicas.

Maó hace tiempo que lucha para erradicar este problema. Por ello se ha instalado ya una planta desnitrificadora. La intención es filtrar el agua para reducir drásticamente  el nivel de nitratos y reinsuflar este líquido a los pozos para que el total del líquido que se extraiga posteriormente para consumo humano tenga una cantidad de nitratos muy por debajo del límite de los 50,0 mg. Esta planta se halla en fase de pruebas a la espera de recibir todos los permisos de Sanidad para que se pueda utilizar a plena capacidad.

Cabe recordar que este es un proceso lento para tener una garantía total de éxito en un elemento tan sensible como el agua de consumo. El ejemplo más cercano es el de Es Castell que tardó un año en obtener todos los permisos de Sanidad.

Para evitar que nadie se quede sin agua desnitrificada Maó ya puso en marcha hace tiempo una fuente pública para quienes quisieran disponer de líquido en plenas condiciones de forma gratuita.

 


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