Menorca cuenta con 23 espacios que disponen de 995 autorizaciones o concesiones (según el caso) para el amarre regulado de embarcaciones. La proliferación del turismo náutico en nuestras costas exige una ordenación que contemple la diferencia de espacios en función de diversos parámetros como capacidad de reunir embarcaciones con seguridad, tráfico, seguridad para las personas así como protección medioambiental.
De ese cálculo que solicitó Ports de Les Illes Balears se ha estimado que hasta un millar de embarcaciones podrían echar el ancla frente a playas vírgenes, las más apreciadas por el turismo por su contexto natural y paisajístico.
Las praderas de posidonia son un elemento a proteger porque acogen multitud de especies de fauna y flora. El mal uso que se haga a la hora de lanzar el ancla y fondear, daña este fondo marino. Es como si se cavara con una pala en el césped del jardín, se arranca cada vez un pedazo. Además, el sustrato de la posidonia ejerce una función que ayuda a atrapar el sedimento. La propia planta trabaja como oxigenadora del agua y fomenta la biodiversidad marina.
El Proyecto de protección de las praderas fomentó una serie de boyas en zonas denominadas Lugares de Importancia Comunitaria (LIC). A partir de aquí se establecían tres diferentes zonas de fondeo; libre, regulado con boyas o restringido. En la primera zona se podía fondear libremente, en la segunda había boyas de diferente código de color según la eslora de la embarcación (rojas menos de 8 metros, blancas hasta 15, amarilllas hasta 25 o verdes para embarcaciones de entre 25 a 35 metros. Finalmente, en el caso del fondeo restringido, se debía optar por fondos arenosos.
Ahora, con la actualización de la norma y en función del estudio de carga, se establece la limitación de fondeo en zonas de arena en playas vírgenes, lo que ha sido criticado por las asociaciones como APEAM o ANAVRE. Según han expresado, limitar más el fondeo va en detrimento de la actividad náutica y de la economía de las islas.
Ports de les Illes Balears va a ir asumiendo la gestión de las 23 áreas que contempla el Decreto de Posidonia con el objetivo de que pueda estar en su mano para el verano de este año. Entre las primeras zonas prioritarias se encuentra la de S’Illa de l’Aire. Ya están reguladas actualmente otras zonas como Fornells o S’Illa d’en Colom, aún en manos de la Conselleria de Medi Ambient a través de contratos externos.