La revista científica de Bristol ha sacado su top 10 de avances científicos en el mundo de la física y al frente destaca el descubrimiento de nuevos materiales. En concreto una estructura de cristal hexagonal que emite luz en longitudes de onda que se usan en telecomunicaciones ópticas. Los padres de la criatura son un equipo multidisciplinar de Alemania y Holanda entre los que se citan Elham Fadaly, Jens Renó, Erik Bakkers y Alain Dijkstra. Según Physiscs World es el descubrimiento más relevante de este 2020 que dejamos atrás y resulta interesante porque, además del campo de las telecomunicaciones, también podrá utilizarse para crear sensores químicos, útiles en el control de gases contaminantes.
Pero hay más. El español Adán Cabello y su equipo han conseguido medir una secuencia cuántica en una millonésima de segundo. Esa capacidad de seguimiento y de información en un universo tan pequeño permitirá dar pasos de gigante en campos como las computadoras cuánticas. Hasta ahora se tenía una fotografía de este tipos de proceso. Ahora ya tenemos una película del inicio al final. Al poder conocer la posición de una partícula, su momento lineal, masa y velocidad gracias a la luz que refleja dicha partícula se consigue una mejor detección de ondas gravitacionales (deformaciones del espacio-tiempo). Este trabajo se ha podido llevar a cabo gracias al Observatorio de Ondas Gravitacionales (LIGO) que ya conocíamos en Menorca por el trabajo de la física menorquina Alicia Sintes.
Otro gran avance nos sitúa en el centro del astro solar. Un equipo de italianos ha conseguido medir el flujo de neutrinos solares para conocer los procesos de fusión nuclear que suceden en el Sol, lo que permite también determinar las propiedades de su propagación.
La teoría que han demostrado en Roma se formuló hace 80 años. Con el siguiente ejemplo que nos llega de Colorado pasa algo similar; hace un siglo que se planteó sobre el papel pero ahora se ha podido demostrar. Se trata de la primera observación de un cristal líquido en una fase de la materia que hasta ahora no se había podido comprobar y que se denomina nemático ferroeléctrico, que abre un interesante campo para el desarrollo de nuevos tipos de pantallas o avances en la computación.
En el Laboratorio Nacional de Los Álamos han desarrollado un detector de rayos X que es hasta 100 veces más sensible que los actuales.
Entre Londres, Cambridge y Rusia han estudiado el límite del sonido para determinar qué factores fundamentales pueden hacer que esa barrera sea cruzada antes o después. Así, han conseguido averiguar que la velocidad del sonido más rápida es de 36 kilómetros por segundo, que se consigue con el tipo de material que lo sobrepasa.
Esto puede tener aplicaciones en campos como la sismología o con la ciencia de los materiales.
Otro equipo multidisciplinar repartido por medio mundo ha demostrado que es posible la propagación de la luz libre de dispersión y difracción, lo que permitiría avances importantes a la hora de hacer nanofotografía, óptica cuántica, computación o procesamiento de señales de baja energía.
Otro avance que se suma a la lucha contra el cáncer, fraguado entre Alemania e Inglaterra, ha demostrado que el uso de haces mixtos de iones de carbono y de helio para la irradiación de un tumor permiten una administración mucho más precisa de la terapia.
Finalmente, desde las Universidades de Rochester y Nevada han conseguido desarrollar un superconductor a temperatura ambiente (15 grados) en un material rico en hidrógeno a alta presión.
El mundo de la ciencia, la investigación y (en este caso concreto) de la física nos resulta muy interesante para este nuevo año 2021 en el que seguro que se conocerán más avances que cambien los rumbos del progreso humano y, esperemos, de un modo sostenible.