El GOB ha pedido a Autoritat Portuària explicaciones por su última actuación en el puerto de Maó. Los ecologistas quieren conocer qué prevenciones ambientales se han aplicado en la instalación de más de 100 pesos de cemento en el tramo de costa que va de Moll d’en Pons a Cala Figuerasses.
La entidad ha pedido poder consultar el expediente que se ha usado para contratar las obras de instalación de las boyas, saber si se ha hecho algún estudio previo de presencia de valores ambientales y si se han estudiado ningún tipo de medidas minimizadoras del impacto o compensatorias.
El GOB recuerda que la Ley de evaluación ambiental de Balears dispone que hay que estudiar el posible impacto ambiental para cualquier proyecto que pueda afectar a los ecosistemas marinos. En este caso, cada una de las boyas instaladas va acompañada de un ‘mort’ de cemento de un par de metros cuadrados. Esto son más de 200 m2 de zona afectada, en un área que, como se recordará por el caso de las obras del Moll de Cala Corb, podría haber especies protegidas. En aquella ocasión, el cambio repentino de tipología de obra, anunciada y licitada afectó a una colonia de Cladocora caespitosa, un coral mediterráneo bajo especial protección. Desde entonces, las obras están paradas, pendientes del veredicto del Ministerio de Medio Ambiente.
También se ha pedido saber si cada una de estas boyas está destinada a un nuevo amarre ya que viendo la gran distancia entre ellas, cabrían embarcaciones de gran eslora. También quieren saber en el GOB si se han tenido en cuenta los estudios de capacidad de carga náutica de la isla que el Govern Balear está elaborando. Hay que tener presente que las barcas no se quedan en el puerto sino que salen por el litoral y, por tanto, su efecto trasciende del amarre.
Porque no ponían boyas ecológicas sin cemento?