Queda lejos pero fue hace solo poco más de un año. Entonces todo era diferente. Ahora la memoria del 2019 de Baleares se va a tomar de referencia para lo que fuimos y tuvimos antes de la llegada del virus.
El Centro Económico y Social de Baleares está definido en el artículo 78 del Estatuto de Autonomía donde se dice que es el órgano colegiado de participación, estudio, deliberación, asesoramiento y propuesta en materia económica y social.
El último trabajo publicado es una memoria que se convertirá en una pieza fundamental para analizar la realidad pre-Covid-19 en las Islas Baleares y un punto de referencia obligada para analizar los efectos desastrosos que la crisis de la pandemia desarrollará a partir de su llegada. La comparación del 2020 (cuando se tenga la memoria completa) con la memoria 2019 dará la medida global del impacto negativo que tiene la pandemia para la sociedad de las Islas en términos de pérdida de bienestar. Las islas, debido a su fuerte dependencia del turismo, asumen un golpe más duro.
El año 2019 fue un año de ralentización del crecimiento económico, aunque éste continuaba siendo positivo. A la vez, se constata un avance de posiciones relativas de la comunidad autónoma en los indicadores de calidad de trabajo y en la reducción de los indicadores absolutos y relativos de la pobreza. El endeudamiento privado de la comunidad está al alrededor del 88,66% del conjunto del PIB autonómico, y el endeudamiento público, en torno al 26,27% del PIB. El volumen de los depósitos privados suponen el 79,37% del PIB, una situación mejor que cuando se inició la crisis de 2008, especialmente en lo que respecta al endeudamiento privado, que era el doble. Estos datos se ven sacudidos fuertemente por la crisis provocada por la pandemia a partir del mes de marzo de 2020, pero son un punto de referencia para vislumbrar la capacidad de resiliencia que tendrá nuestra economía y la nuestra sociedad de cara al 2021 y los próximos años.
En 2019 el crecimiento regional real de la economía balear es del 2%, que es la tasa más pequeña desde en el año 2014 y que se sitúa 1,1 puntos por debajo de la tasa de crecimiento anual acumulativa del período 2014-2019 (3,1%). Esta dinámica de crecimiento se ajusta perfectamente al patrón de crecimiento del sector de servicios, el cual presenta una tasa de crecimiento del 3,2%; mientras que la agricultura, con un 0,9%, y energía e industria, con un 1,7%, lo hacen por debajo, y sólo la construcción, con un 3,3%, lo hace por encima.
En cuanto al valor absoluto en euros constantes, Mallorca llega a un VAB de 22.342,5 millones de euros, mientras que en las Pitiusas y en Menorca ha sido de 3.777,1 y de 2.258,9 millones de euros respectivamente.
A lo largo del periodo 2014-2019 sólo las Pitiusas crecen por encima de la media regional, con un 3,5% y 0,4 puntos por encima de la media regional; mientras que Menorca lo hace a ritmos inferiores, 2,6% y 0,5 puntos por debajo. Mallorca crece al mismo ritmo que la media regional.
Los datos de FUNCAS permiten estimar que el impacto de la Covid-19 ha afectado especialmente las dos comunidades autónomas con más especialización turística, caso de las islas Baleares y Canarias, con una caída estimada del PIB para el conjunto del año 2020 del -11,3%, que son, justamente, las que presentan también una mayor caída del empleo hasta el mes de mayo de 2020, con un -44,3% para las Islas Baleares y un -33,8% para Canarias.
A partir de los datos del DIRCE del INE se comprueba que en el año 2019 el número de empresas en las Islas Baleares aumentó en 2.074 (2,1%), con un total de 98.712 empresas, 5.377 empresas más que las que había en 2008, con un incremento del 5,8%.
Los datos del Registro de inversiones exteriores del ministerio de industria, comercio y turismo permiten afirmar que la inversión bruta extranjera sin entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE) por CA ha sido en las Islas Baleares de 271,6 millones de euros, con un incremento del 99,5%.