Las calles de Menorca se llenaron el pasado 8 de marzo de 2020 con motivo del Día Internacional de la Mujer. Centenares de personas recorrieron Maó, Ciutadella, Sant Lluís o Es Castell. También en esas fechas salieron personas que trabajan en el campo de Menorca con sus tractores para exigir una revisión de precios que les permitiera vivir. Y casi de la noche a la mañana, el primer confinamiento. Aún no ha pasado un año y estamos ya empezando a hacer balance.
Ni fiestas patronales, ni grandes conciertos, ni Semana Santa, ni nada que se parezca a una reunión numerosa de personas, no digamos ya una aglomeración.
Acabada la Feria de Stocks ya se preparaba todo para la siguiente gran cita; La Fira Arrels, un gran referente del calendario ferial de la isla que caería. Tampoco se hizo la feria de turismo de Alaior, ni la feria del libro, ni la feria de Abril. Dejamos de ver muchos eventos y, con la desescalada, se fueron cambiando los ánimos y las esperanzas. Algunos eventos se cambiaron convenientemente de fecha para celebrarse pese a la necesaria adaptación que exigía la nueva normalidad.
Hubo Innovem Fest en Mercadal. Y mucho antes, en pleno verano, también hubo Hats&horses. Arriesgando en la organización a las visicitudes de los cambios que podían ocurrir con la aparición de brotes o contagios. Pero no ha sido hasta la combinación del invierno con un exceso de confianza en las Navidades cuando hemos entendido que no se puede bajar la guardia.
Tampoco a comienzos de año hemos podido ni tan solo imaginar que se pudiera organizar una pista de patinaje, una feria de productos por Sant Antoni, la Fira de la Perdiu de comienzos de febrero en Es Mercadal. Y la Fira d’Stocks no se la espera nadie para final de invierno.
La pregunta que mucha gente se hace es si muchos de los eventos y ferias podrían programarse en otras fechas del calendario, posponerse. Algunos ya lo están intentando a riesgo de no saber si se cumplirán en tiempo los planes de vacunación, que es lo mismo que decir que vuelva la tranquilidad de acudir en masa a un evento. Hoy es difícil decirlo pero sí le consta a esta redacción que son muchos los colectivos que están trabajando para tener todo dispuesto a volver al ritmo de otros tiempos con todo tipo de eventos y ferias.
… es una pena que se hayan tenido que anular tantos y tantos eventos culturales, deportivos, espectáculos de ocio, conferencias, conciertos y ferias… pero al menos nos hemos librado de casi todo el calendario litúrgico con el que la confesión religiosa de la secta católica nos iba torturando a lo largo del año… ojalá cuando vuelva la normalidad, la gente pase de ir a esas manifestaciones, y vayan cayendo en el olvido poco a poco… no podemos obligarles a que se encierren en sus templos -de hecho sí, pero nadie se atreve- y que se guarden para sí sus cositas, pero al menos podemos reflexionar y decidir que no necesitamos esos actos insulsos que nada aportan a la sociedad, y condenarles al ostracismo, acelerando su progresivo declive en este nuestro siglo XXI… me molestaría que al volver la normalidad, los fieles volviesen a acudir como papanatas a hacer cola a los videntes, brujos, hechiceros, tiradoras de tarot, gurús o la bruja lola con sus velas… sería penoso, pues nada humano me es ajeno… las fantasías religiosas no están en nuestros genes…