El factor tiempo es crucial para resolver cómo cambia la tasa de morosidad. Cuanto antes llegue la recuperación económica, antes se bajará la tasa. Las previsiones más pesimitas auguraban que se podría superar el 13% que se alcanzó en la anterior crisis (2009) pero también opinan los expertos que la recuperación económica será más rápida.
El Boletín Estadístico del Banco de España apuntó que la tasa está actualmente en un 4,6% del total del crédito concedido. El dato es de noviembre y el próximo se publica a finales de este mes, cuando es muy probable que se muestre un porcentaje superior puesto que el anuncio de las primeras vacunas se ha visto ensombrecido por el golpe de la tercera ola de la pandemia.
El Banco de España considera créditos dudosos a aquellos que presenten dudas razonables sobre su reembolso total (principal e intereses) en los términos pactados contractualmente. Dentro de estos se incluyen los créditos morosos, que son aquellos que tienen algún importe vencido, bien del principal, bien de los intereses o gastos pactados contractualmente, con más de tres meses de antigüedad.
El aumento de la tasa de desempleo y la parálisis económica sometida a la pandemia hace que varios analistas apunten a un aumento de la deuda hipotecaria. Las vías de la negociación o de la ejecución están en la mesa y los bufetes de abogados se postulan ya con las herramientas para resolver como mejor convenga a sus clientes.
La morosidad también aumenta en el ámbito del mercado de alquiler. Estudios como el de El seguro de alquileres de Estamos Seguros apunta que los inquilinos morosos dejan impagos de 3.179 euros de media a sus caseros.
El mismo informe apunta que el coste medio de los daños que sufren los inmuebles asegurados ronda los 336 euros. Aunque la cuantía es inferior, sucede mucho más a menudo, generando mayor desembolso por parte de las aseguradoras.