La semana pasada he podido leer varios titulares y noticias acerca de nuestra actual situación por parte de distintos actores como son el gobierno y sus nuevas medidas económicas y las reacciones de sectores empresariales como la del sector turístico que me han hecho pensar que estamos en el momento del vaso, en el momento de decidir si vemos el vaso medio lleno o medio vacío.
Respecto a las medidas económicas anunciadas destacar las que nos informan sobre la posibilidad de que se ofrezcan ayudas financieras a las pymes de tipo “cheque en mano”, liquidez directa por un importe de 5 meses de sus ventas con el objetivo de que sobrevivan al que parece ser el último tramo de la crisis. Otros titulares también anunciaban que el gobierno está estudiando condonar parte de los préstamos ICOS, esto es, “regalar” o “perdonar” una parte de los préstamos concedidos hace ya casi un año. Al respecto de ambas noticias, recuerdo en abril del año pasado en una entrevista de la televisión local como explique que los préstamos ICOS no iban a ser suficientes para las pymes y que necesitábamos ayudas directas. No me considero ningún gurú y menos un visionario, pero sé que dispongo de sentido común y que pude darme cuenta de la gravedad y profundidad del impacto de esta crisis en las pymes y especialmente en el sector turístico y su cadena de valor.
Estas noticias, que tan solo explican las fases iniciales de estas medidas, son positivas y muy necesarias, pero como siempre llegan tarde por parte de nuestro gobierno y administraciones que en ningún momento han sido capaces de adelantarse a los acontecimientos o de vertebrar alguna estrategia útil y efectiva. En ambas medidas creo que los bancos volverían a tener un rol importante. Para darle un cheque de 5 meses de sus ventas a una empresa se deberá estudiar previamente si dicha empresa tiene viabilidad o por el contrario es una empresa “zombie”, exactamente igual que para condonar parte de un préstamo ICO.
Aquí es donde los bancos entran de nuevo en acción. Debemos entender y lo digo por experiencia, que actualmente los bancos no están dando crédito a las pymes, desde que terminaron con la campaña ICO y colocaron los 100.000 MM de euros las empresas se han topado con un rotundo no a cualquier financiación planteada. Los argumentos que esgrimen suelen ser que la empresa está muy endeudada (lógicamente tras firmar los ICOS) o bien que el sector está muy afectado por la crisis y que ya no están financiando a este sector en concreto.
Es en este momento, con el sector turístico en la UCI y con la banca cerrada a financiar al que fue su sector preferido, es cuando me acuerdo de la conocida frase sobre la banca de que te dan el paraguas cuando hace sol y te lo quitan cuando llueve. Puedo entender que la función de un banco es financiar a empresas que sean viables y que por tanto puedan retornar el préstamo, pero no puedo entender que interpreten el actual escenario como el fin del mundo, ¿o es que creen que no vamos a volver a tener turismo nunca más?
Tengo muy claro que la banca, lo he explicado ampliamente en otras ocasiones, está atravesando lo que es su particular “tormenta perfecta” con un modelo muy afectado por internet y las nuevas tecnologías que en consecuencia les deja con estructurales imposibles de rentabilizar y agravado por el problema de un entorno de tipos de interés cero que todo indica no cambiara a corto/medio plazo.
Actualmente la Banca ya está gestionando la renovación de un año adicional de carencia de intereses de los préstamos ICOS, pero es probable que su actividad se va a ver muy incrementada gestionando las ayudas directas a las Pymes, condonando parte de los préstamos ICOS y esperemos también adelantando la financiación y subvenciones enmarcadas en el plan de transformación y resiliencia, Next Generation UE, a sus clientes que hayan tenido acceso a dicho programa.
La gravedad de la situación en nuestro país y la necesidad de que la Banca Española, todavía renqueante desde la anterior crisis, no quede también afectada y definitivamente termine con cualquier atisbo de recuperación me hace ser optimista en cuanto a las posibilidades reales de que estas medidas acaben llegando a nuestras pymes.
Respecto a las reacciones de sectores ha sido muy llamativa la protagonizada por el sector del Turismo con su campaña SOS TURISMO. Me ha parecido muy necesaria y estoy convencido de que nos va a dar visibilidad ante Europa. Olvidándonos de lo lamentable que es llegar hasta este nivel de desesperación ante la insensibilidad política hacia el principal sector de nuestra economía, ha sido en esta crisis cuando hemos podido comprobar que el gobierno solo se mueve por presiones, y es que “el que no llora no mama” y entre todos y gracias a esta campaña confío en que nuestro desacertado gobierno consiga priorizar lo verdaderamente importante.
También es relevante la noticia de que el TSJB ha aceptado a trámite la demanda del sector de la restauración contra el Govern y las medidas restrictivas que impiden la apertura de sus negocios. Al igual que a nuestros vecinos vascos esperamos que el TSJB falle a favor de los restauradores y vuelvan a afanarse en su misión de proporcionarnos placeres gastronómicos, amén de recuperar un paisaje urbano algo más normal que consiga elevar nuestros niveles generales de optimismo.
Ya por último otro de los titulares y noticias ha sido que la demanda de turismo es clara, consistente y fuerte y que si continúan las campañas de vacunación en los principales países emisores, este verano se iniciará la reactivación del tráfico aéreo y en definitiva la economía, si bien como bien saben, aquí seguimos jugando con fuego al no disponer de una campaña real, efectiva y masiva de vacunación.
Por todas estas noticias de la semana pasada, creo que es el momento de decidir si vemos el vaso medio lleno y encaramos este último tramo con la fe y el optimismo que seguro vamos a necesitar.
… no tengo FE en absoluto, eso es una patraña… pero soy OPTIMISTA respecto a la temporada que viene…