Las peculiaridades y la singularidad de un destino y su gastronomía es lo que permiten obtener este tipo de distinción. Pese a que se circunscribe en un año en concreto, es un apoyo a la consolidación del destino turístico que puede suponer (sobre todo si se gestiona bien) un aliciente para el futuro.
Un turista que escoge un destino para sus vacaciones busca una suma de sensaciones agradables entre las que España siempre ha sabido destacar por su oferta culinaria.
El germen sale de la Comisión de las Comunidades Europeas. Informes en 2014 apuntan a la necesidad de crear una estructura que destaque los valores de la buena alimentación. En origen por una cuestión de salud pero, al mismo tiempo, de proyección turística y de consolidación económica de estos destinos. Hasta el momento estos objetivos se cumplen. Menorca luchó por tener su oportunidad y ya está en marcha.
La región de Minho en Portugal fue la primera que obtuvo la distinción y el empuje a su visibilidad a nivel de destino fue clara. En la propuesta de candidatura, esta región del norte del país que linda con Galicia, puso a su gastronomía como un elemento que acompañaba otros platos como su cultura, su arte, su sostenibilidad. Y es que conseguir esta distinción es integrar esas singularidades junto al músculo gastronómico del destino.
Catalunya recibió también la distinción y lució sus valores de la mano de potenciar el enoturismo. Luego vinieron Aarhus Central de Dinamarca, Brabant en Holanda, Galway West en Irlanda, South Aegean en Grecia, Sibiu en Transilvania, Kuopio en Finlandia está celebrándolo a caballo entre el 2020 y este año, también en 2021 son Región europea de la gastronomía Eslovenia y la región portuguesa de Coimbra. Y para el año que viene Trondheim Trondelag en Noruega compartirá calendario con la propuesta de Menorca.
El foco de estos destinos con la excusa gastronómica abre al mundo una ventana a lo que es Menorca en conjunto. Los productos locales, los platos, la cultura gastronómica son el hilo que sirve para que a los más sibaritas les entre ganas de venir. Pero hay que demostrar capacidad en los fogones. Menorca ha trabajado de manera concienzuda este aspecto y ha conseguido una carta muy sugerente de propuestas donde prima el producto local, la autenticidad en las elaboraciones y el equilibrio de sus ingredientes saludables.
No olvidemos que hay factores que diferencian Menorca de cualquier otro lugar del mundo, precisamente por sus platos y elaboraciones. Es el momento de reivindicar el origen de la salsa mahonesa. Y no solo eso. Los productores agrarios, ganaderos y pesqueros unen sus fuerzas con los restauradores, gastrónomos y entendidos en salud y dieta.
