La vacuna ha logrado blindar al colectivo más vulnerable frente al coronavirus desde el inicio de la pandemia: los ancianos de residencias. A falta de seis días para que se cumpla un año del primer estado de alarma por el estallido de la pandemia, los centros de mayores son a día de hoy los puntos más seguros del país debido a la inmunidad de rebaño adquirida. Sin embargo, no todos los residentes ni trabajadores de Balears han aceptado ponerse la vacuna. Según el último balance de la conselleria de Salut al que mallorcadiario.com ha tenido acceso, un total de 381 profesionales y 66 ancianos de las islas han rechazado inocularse la solución.
Por islas, Mallorca es la que mayor número de trabajadores y residentes han rehusado las dos dosis aunque porcentualmente es el caso de Ibiza el que destaca más.
Así, la isla mayor suma 27 ancianos y 241 trabajadores de residencias (6,3 por ciento del total) sin vacuna, mientras que la mayor de las Pitiusas cuenta con 25 residentes y 130 trabajadores (22,3 por ciento) que se han negado a ponérsela. Por su parte, los mayores de residencias de Menorca que no se han inyectado la solución ascienden a 14 (3.6 por ciento del colectivo de la Isla) y los trabajadores a diez (un 1.6 por ciento).
De este modo, las cifras de profesionales arrojan un total de 381 sin vacunar, lo que representa un 7,5 por ciento del total de este sector (alrededor de 5.000 trabajadores).
Todos ellos, ya sean usuarios o profesionales sanitarios, administrativos, limpieza o cocina, han tenido que rechazar de manera oficial la administración de la vacuna después de ser citados por el Servei de Salut, es decir, han dejado constancia de su negativa a inocularse las dos dosis de Pfizer. Sólo “a efectos de información general” se les ha podido preguntar el motivo de su rechazo aunque esa información no trasciende. “No es una cuestión de mala organización o de errores en la cadena de comunicación: aquí el que no se ha vacunado es porque no ha querido”, puntualizan desde la conselleria a este medio.
Cabe recordar que este colectivo ha sido el primero en recibir la vacuna y lo han hecho con la de Pfizer, del tipo ARNm que necesita mantenerse a muy bajas temperaturas. Para que confiera inmunidad son necesarias dos dosis separadas al menos 21 días.
Para entender la importancia de la vacuna en estos centros, conviene subrayar el número de contagios registrados desde el inicio de la pandemia (2.307 casos) y sobre todo, el carácter letal de la Covid entre los mayores institucionalizados: 259 muertos de las 733 víctimas mortales de Balears, un 35 por ciento del total.