¿Por qué apenas hemos oído hablar de la gripe este año? Aunque podríamos pensar que es por el aluvión de información relativa al coronavirus, de hecho es porque las medidas adoptadas para evitar los contagios de la COVID 19 han puesto freno a la gripe.
El virus de la gripe, aunque convive con nosotros desde hace mucho más tiempo que el SARS COVID 19, también es una enfermedad infecciosa, en su caso del virus influenza (A o B).
Es fácil confundir los síntomas que presenta la gripe con un resfriado. Suele iniciarse súbitamente con fiebre alta, dolor de garganta, debilidad, malestar general, dolores musculares (mialgias), dolor estomacal, dolores articulares, dolor de cabeza (cefalea) y tos, que generalmente es seca y sin mucosidad.
También puede provocar, esto más a menudo en niños, náuseas, vómitos y diarrea. En los seres humanos puede afectar a la nariz, la garganta, los bronquios y, con poca frecuencia, los pulmones pero puede llegar a afectar al corazón, el cerebro o los músculos. La gripe suele curarse espontáneamente en algunos días, pero en algunos casos puede agravarse debido a complicaciones que pueden resultar fatales, especialmente en niños pequeños, en mujeres embarazadas, en adultos mayores o en personas con el estado inmunitario alterado.
Las campañas de vacunación que se lanzan en Baleares al final del otoño van dirigidas a perfiles de riesgo como personas mayores y técnicos sanitarios, entre otros. Hace muchos años que las campañas de prevención advierten que, para evitar el contagio es necesario lavarse a menudo las manos, así como mantener la distancia respecto a los demás puesto que el contagio se produce por los aerosoles, las gotitas que expulsamos al hablar, estornudar o toser y que no se ven a simple vista.
Cuando alguien contrae la gripe se le recomienda reposo, aislamiento, fármacos para contrarrestar los síntomas y poco más puesto que se espera que el cuerpo active sus propias defensas. En los casos graves que requieren ingreso hospitalario solo se mantienen las constantes, pues los fármacos antivirales tienen una eficacia muy limitada y no carecen de toxicidad. Los antibióticos solo son útiles si hay infección bacteriana asociada. El pronóstico es bueno con recuperación parcial a la semana y total a los quince días, siendo, en las epidemias habituales, los casos fatales consecuencia de alguna otra patología previa del paciente.
En el curso 2020-2021 apenas se han registrado casos de gripe en Menorca porque las medidas preventivas (las 3 emes) se han aplicado -esta vez sí- en la mayoría de la población, impidiendo la transmisión del virus.