Muchas dudas surgen entre los alérgicos estacionales cuando empiezan a llegar las rinitis, la tos y otros síntomas que podrían asemejarse a los de la pandemia. El año anterior, el primero de la pandemia y con un confinamiento forzado, se notó que bajaron los casos de síntomas asociados a alérgicos al polen.
De la misma manera que se ha constatado en nuestra isla que hay menos casos de gripe debido al aumento de la higiene de manos y la utilización de mascarillas, los alérgicos podrían padecer menos por respirar los alérgenos que haya en el ambiente.
La Sociedad Española de Alergia e Inmunología advierte que los pacientes alérgicos no tienen mayor riesgo de contagiarse pero recalca que la población asmática debe extremar las precauciones.
En primavera se encuentran en el ambiente pólenes de plátano de sombra, gramíneas, olivo y otros. La situación propia de ésta época del año en la que estamos, conduce, cada vez más, a la aparición de patologías alérgicas como rinitis alérgica, episodios de dermatitis atópica o asma alérgico. Esto puede llevar a la incertidumbre o confusión del paciente alérgico al polen, quien puede creer que padece coronavirus al manifestarse síntomas propios de su alergia.
Como regla general para distinguir la alergia al polen del coronavirus: el virus provoca fiebre, la rinitis no. Los síntomas de la Covid-19 se caracterizan por fiebre, dolor de cabeza y fatiga, acompañados de tos seca y, en muchos casos, dificultad para respirar. La alergia al polen no causa fiebre, pero a menudo produce picazón en las membranas mucosas de los ojos y la nariz, ojos llorosos, estornudos y secreción nasal.
Mientras que los síntomas de la alergia duran poco tiempo, a veces incluso horas, los síntomas de la Covid se padecen a lo largo de unos quince días. La recomendación general para quien padezca alergia estacional es pasar el mayor tiempo posible en casa o en lugares donde se purifica el aire frecuentemente. Cuidado con ventilar; entre las 12 y las 17 horas es el momento en el que suele flotar más cantidad de polen en el ambiente.
No existe un riesgo mayor de infección en personas con asma alérgica pero la infección por el coronavirus podría ser más grave en estos pacientes que en personas sanas.
El paciente asmático debe cumplir con el tratamiento prescrito por su médico para mantener el asma controlada. Lo contrario podría hacer que la inflamación de los bronquios empiece a descontrolarse. Esa leve inflamación puede motivar que los bronquios sean más susceptibles a las infecciones respiratorias.
Habrá que ser escrupuloso con el correcto lavado de manos, disminuir las relaciones personales innecesarias, evitar el contacto con las personas que tengan síntomas de infección respiratoria (por leve que sea) y usar mascarilla si precisasen frecuentar zonas de mayor riesgo como centros sanitarios o urgencias.
